¿Se pueden perder dientes por estrés? El caso de Demi Moore
El estilo de vida que llevamos actualmente hace que el estrés sea casi que inevitable. Aunque, para muchas personas, esto podría convertirse en una potencial amenaza que atenta contra la salud bucal, especialmente, provocando severas consecuencias como la pérdida de piezas dentales de manera definitiva. Te has preguntado, ¿se pueden perder dientes por estrés? Lamentablemente, la respuesta es sí. Conoce el caso de Demi Moore y aprende cómo prevenir estas posibles complicaciones.
Demi Moore confesó que perdió sus dientes por estrés
Recientemente, la reconocida actriz Demi Moore confesó públicamente que perdió sus dientes frontales a causa del estrés. En una entrevista con Jimmy Fallon, la actriz reconoció que gracias a la avanzada odontología moderna puede lucir una sonrisa brillante, sin embargo, sufrió la pérdida de dos piezas dentales debido al estrés.
En definitiva, esta noticia generó gran asombro por parte de la audiencia, especialmente, ante la duda sobre las posibilidades de perder dientes, de forma definitiva, a causa del estrés. Ante este hecho, los especialistas advierten que sí es posible, pues bien, de modo particular, el estrés se convierte en el principal enemigo de la salud en general y, poco a poco, sus consecuencias comenzarán a ser visibles incluso para la salud bucodental.
¿Cómo afecta el estrés en los dientes?
De manera general, el estrés conlleva diversas consecuencias físicas, psicológicas y emocionales. Específicamente, entre las consecuencias físicas se puede mencionar la tensión generalizada, la cual afecta a los músculos del rostro y se manifiesta como una manera compulsiva de apretar los dientes. Clínicamente, esto se conoce como bruxismo y es una de las principales causas de pérdida de piezas dentales por estrés. De hecho, gran parte de la población lo padece sin siquiera reconocerlo.
¿Qué es el bruxismo?
El bruxismo es un trastorno de apretar o rechinar los dientes, usualmente, durante la noche mientras se duerme, aunque también se puede presentar durante el día. Este hábito inconsciente, poco a poco, va deteriorando al diente, provocando intenso dolor, fisuras, desgaste del esmalte, cambios en su estructura, incluso, hasta aflojarse con la posibilidad de perder la pieza dental por completo al caerse o pulverizarse.
Por su parte, el estrés suele ser la causa principal del bruxismo. En este sentido, aunque se acuda al dentista para atender los daños ocasionados por este trastorno, hasta que no se reduzca el estrés, se seguirán sufriendo las consecuencias en la salud de los dientes, incluso, con gran riesgo de perderlos.
¿Cómo saber si tengo bruxismo?
En definitiva, son muchas las personas que se hacen esta pregunta. Pues bien, al ser un hábito inconsciente, gran parte de la población identifica este trastorno una vez que ha comenzado a sufrir sus consecuencias. Por suerte, hay algunas señales que pueden ayudar a reconocerlo:
- En ocasiones, al rechinar o apretar los dientes se produce un sonido capaz de despertar a cualquier persona que comparta la habitación.
- Por lo general, las personas con bruxismo despiertan con dolor de cabeza, en el rostro, cuello y mandíbula.
- Si el trastorno está avanzado, los dientes se notarán aplastados, fracturados o flojos.
- Una de las principales consecuencias es el desgaste del esmalte dental, por lo que se podrán ver las capas del diente cuando esto suceda.
- Es común que se presente sensibilidad dental generalizada.
- Algunas personas podrían experimentar sangrado en las encías frecuentemente.
- Es posible que la parte interna de la mejilla se vea afectada por lesiones provocadas al morder, rechinar y apretar los dientes.
Al presentar cualquiera de estos síntomas, especialmente, dolor crónico de cabeza o mandíbula, es importante visitar a un especialista lo antes posible. Pues, como se ha mencionado anteriormente, el bruxismo provoca daños irremediables en las piezas dentales, incluso, la pérdida del hueso.
A su vez, es importante destacar que el estrés crónico podría ocasionar o empeorar los efectos del bruxismo. Por lo tanto, este sería el primer aspecto que se debe tener en cuenta para identificar este trastorno.
De cualquier forma, es fundamental acudir a revisiones periódicas con el dentista. La prevención es el primer paso para evitar otras posibles complicaciones ocasionadas por el estrés sobre la salud bucal. Por ejemplo, la aparición de caries o enfermedades periodontales.
¿Cómo se trata el bruxismo?
En primer lugar, el profesional debe realizar una evaluación previa, en la cual se determinarán las causas específicas del trastorno y el daño actual en las piezas dentales. Posiblemente, el especialista recomiende el uso de una guarda dental durante la noche. Esta se debe fabricar con el ajuste exacto para proporcionar el soporte necesario con el fin de evitar que los dientes rechinen.
Ahora bien, según los niveles de daños presentados en el paciente, el especialista evaluará otros tratamientos de restauración o implantación, especialmente, en los casos con mayor riesgo de pérdida de piezas dentales.
Igualmente, estas medidas se complementan con el consumo de medicamentos para aliviar el dolor generalizado en rostro, cabeza, cuello y mandíbula. Aunque, por lo general, suele desaparecer una vez que se comienza a emplear la guarda dental como medida de seguridad.
Finalmente, aunque el principal factor de riesgo para el bruxismo sea el estrés crónico o emociones como ansiedad, ira o frustración. El especialista debe considerar otros factores como la edad, consumo de medicamentos o sustancias, antecedentes de familiares con bruxismo, entre otros trastornos relacionados, por ejemplo, Parkinson, demencia, epilepsia, entre otros. Con esta información se podrá especificar la raíz del problema, con el fin de encontrar una solución enfocada a las necesidades del paciente.
¿Cuáles son los síntomas del estrés crónico?
En primer lugar, es importante diferenciar el estrés agudo del estrés crónico. El primero corresponde a una emoción a corto plazo, posiblemente, ocasionada por un problema en particular. El segundo, por su parte, es el tipo de estrés con las peores consecuencias para la salud, ya que se padece por un tiempo prolongado, desde semanas, meses, incluso, años. Por este motivo, sus síntomas se podrían normalizar al punto de ni siquiera notarlo. Y, debido a sus consecuencias, es preciso conocer algunas de sus manifestaciones más comunes en la salud en general:
- Cansancio general
- Mala memoria
- Fatiga crónica
- Problemas para conciliar el sueño
- Falta de concentración
- Desequilibrio hormonal
- Dolor de cabeza frecuente
- Malestar estomacal
Recomendaciones para aliviar el estrés en la vida diaria
El manejo del estrés puede marcar la diferencia entre lidiar con afecciones graves o una vida saludable. Para ello, el primer paso consiste en reconocer el motivo del mismo y, conforme a ello, encontrar las soluciones más favorables. Si bien es cierto que no siempre se puede evitar el estrés, hay ciertas recomendaciones que son de gran utilidad para combatirlo y aliviar sus efectos, entre ellas:
- Hacer ejercicio con regularidad, por ejemplo, una caminata de media hora al día.
- Compartir tiempo de calidad con personas que pueden representar un apoyo emocional, por ejemplo, familiares o amigos.
- Practicar una actividad que se encuentre relajante, posiblemente yoga, lectura, jardinería, artes, entre otras.
- Al mismo tiempo, dedicar el tiempo necesario al descanso, pues bien, ante una situación de estrés crónico, cualquier actividad puede resultar abrumadora.
- Acudir con un profesional de la salud emocional, sin duda, esta es la mejor recomendación para recibir el apoyo necesario durante cualquier situación de estrés crónico.