Reflujo esofágico y su impacto en la salud oral
¿Quién no ha tenido acidez, ardor y otras molestias estomacales alguna vez en su vida? Todos sin duda, ahora, cuando hay presencia de reflujo esofágico y su impacto en la salud oral, estamos hablando de un problema más serio que debe ser atendido, porque puede tratarse de una enfermedad gastroesofágica a consecuencia del ácido estomacal dirigido hacia la boca y el esófago. Conoce aquí sus causas, síntomas, tratamiento y más.
Reflujo esofágico
El reflujo esofágico, no esporádico, responde a una patología gastroesofágica producto de los ácidos estomacales que fluyen hacia el conducto conector de la cavidad bucal y el estómago. La acidez de este fluido tiene la capacidad de irritar el revestimiento del esófago, e impactar en menor o mayor grado la salud oral de la persona que lo padece.
¿Por qué se devuelven estos fluidos del estómago?, la razón de esta disfunción se debe a un mal funcionamiento o atrofia del músculo similar a un aro (esfínter esofágico interno), responsable de evitar que los contenidos estomacales retornen al esófago.
Actualmente, el reflujo esofágico es muy frecuente, por lo que está diagnosticado como enfermedad que comienza con una acidez moderada, que puede presentarse por lo menos 2 veces a la semana, y de no prestar atención, este reflujo pasa a ser crónico, cuando ocurre más de 2 veces por semana. En esta fase, comienza a afectar la salud oral en general.
Ahora bien, el malestar por reflujo esofágico en buena parte de los casos es controlable, ya que con solo adoptar algunos hábitos en el estilo de vida mejora significativamente la condición.
Cuando es muy severo, suele acompañarse con medicamentos genéricos sin receta médica. No obstante, algunos pacientes con reflujo esofágico suelen requerir fármacos más fuertes y puntuales para mejorar, incluso, necesitar cirugía para mitigar sus síntomas.
Causas del reflujo esofágico
El esófago se compone de una especie de conducto tubular que conecta la garganta o faringe con el estómago, en este tubo se encuentra el músculo llamado esfínter esofágico interno, donde se encuentra un aro responsable de mantener cerrado el fondo del esófago, a fin de que los alimentos y ácidos estomacales no se devuelvan hacia el esófago.
Por tanto, en el momento que una persona traga, dicho esfínter suele aflojarse para que los alimentos ingresen al estómago. Sin embargo, cuando está atrofiado o disfuncional, aparece la enfermedad por reflujo esofágico, conocido en la terminología clínica como ERGE.
Actualmente, se considera el reflujo esofágico como una enfermedad habitual en la población, presente entre el 11 y 21% de los adultos. Aunque puede aparecer también en niños, incluso, desde el nacimiento.
¿Qué tan grave puede ser el reflujo esofágico?
Como bien se indicó, el reflujo estomacal puede ser leve o crónico, en cuyo caso, puede afectar severamente los tejidos del esófago y cavidad bucal. Porque la mucosa gástrica es quien protege el estómago de sus propios ácidos, en razón que el esófago no posee revestimientos protectores contra los ácidos y la bilis que se devuelven hacia el esófago, generando síntomas y, en muchos casos, lesiones crónicas.
Es decir, si el esfínter esofágico interno no funciona correctamente, el ácido y la bilis retornan al esófago. Igualmente, al estar parados o sentados, la gravedad contribuye en la prevención del reflujo de los fluidos estomacales hacia el esófago, esto justifica el agravamiento del reflujo esofágico al estar acostados.
Asimismo, es frecuente que el reflujo esofágico se presente luego de comer, puesto que es el momento cuando el volumen y la acidez de los contenidos estomacales son más altos, siendo menos probable que el esfínter trabaje bien.
Factores de riesgo del reflujo esofágico
El desarrollo de la enfermedad de reflujo esofágico tiene más probabilidad de aparecer ante ciertos factores, dentro de los cuales cabe mencionar:
- Aumento de peso.
- Alimentos grasosos.
- Bebidas carbonatadas y con cafeína.
- Consumo de alcohol.
- Fumar.
- Algunos medicamentos de uso común.
Cabe destacar, que algunos medicamentos pueden alterar la correcta función del esfínter esofágico, como los anticolinérgicos, ciertos antihistamínicos y antidepresivos, al igual que bloqueadores de las vías del calcio, la progesterona y nitratos. Igualmente, el reflujo esofágico puede agravarse cuando existe un vaciamiento gástrico retardado, como diabetes o uso de opiáceos.
El reflujo esofágico y sus efectos en la salud oral
El reflujo esofágico o gastroesofágico, por tratarse de una alteración funcional del tracto gastrointestinal superior, interactúan diversos elementos, como los fluidos gástricos que afectan el esófago, así como mecanismos antirreflejos. De tal manera, que si esta barrera antirreflujo es superada, y tiene escasa defensa, se convierte en enfermedad.
De tal manera que no se trata de un problema trivial, pues el reflujo esofágico afecta a millones de personas a nivel mundial, con una prevalencia entre 10 a 31% con ligeras diferencias según la región.
Por ejemplo, en Latinoamérica se evidencia una prevalencia muy alta de 31,3%. Donde se involucran diversos factores, como la anatomía, fisiología, dieta y estilo de vida, donde el estrés representa un factor de peso para su aparición y agravamiento. En razón a ello, hoy se valora como una condición multifactorial.
Dentro de los efectos nocivos del reflujo esofágico, se evidencian afecciones bucodentales, como parte de sus impactos extraesofágicas. Se evidencia, en este sentido, daños bucales en sus partes blandas y duras. Así como erosión dental, alteración en la mucosa, del flujo y calidad de la saliva, y bajo pH.
De hecho, muchos autores han relacionado el reflujo esofágico con patologías más específicas, como gingivitis, periodontitis y caries dental.
Ello en razón, que los estudios arrojan resultados de hasta un 48,6% de personas que presentan afecciones orales diversas, como ardor o urente en un 40,5% y eritema en el 35,1% de casos. Igualmente, se evidencia áreas específicas afectadas, como paladar blando/úvula en un 72,2%, así como en lengua en un 61,1%.
Es decir, cerca del 50% de personas con reflujo esofágico manifiesta alguna afectación bucal. Donde las lesiones más habituales se refieren a ardor, eritema o enrojecimiento, boca seca y ulceraciones, mientras que la ubicación más frecuente de lesiones se presentan en el paladar blando y la lengua.
Síntomas del reflujo esofágico
Ya hemos mencionado algunos de los efectos más usuales del reflujo esofágico, no obstante, existen algunas señales y manifestación específicas y recurrentes, dentro de las cuales se pueden mencionar:
- Ardor en el pecho y acidez luego de comer, que empeora al dormir.
- Molestias o dolor en el pecho.
- Problemas para tragar.
- Regurgitación de alimentos o fluidos ácidos y/o amargos.
- Sensación de nudo en la garganta.
En el caso de presentar reflujo esofágico al dormir, suele ir asociado a:
- Tos seca severa.
- Inflamación de la laringe.
- Señales de asma o agravamiento de esta condición.
- Problemas para dormir.
Complicaciones
El reflujo esofágico suele empeorar con el tiempo, pudiendo conllevar a:
- Inflamación crónica del esófago o esofagitis.
- Llagas abiertas o esofágicas erosivas.
- Achicamiento del esófago.
- Desarrollar células esofágicas anormales, hasta convertirse en cáncer.
- Hemorragias leves pero masivas.
- Anemia por falta de hierro a raíz del sangrado prolongado.
Tratamiento para el reflujo esofágico
El reflujo esofágico tiene tratamiento, bien para mitigar sus efectos o corregir en caso de ser más severo, dentro de los tratamientos más usuales vale referir:
- Inhibidores en forma de bomba de protones o bloqueadores histamina-2: son fármacos indicados para influir y bajar la acidez.
- Dilatación de áreas constreñidas: se trata de un tratamiento para ensanchar el estrechamiento con tubos o globos, para facilitar la alimentación.
- Fundoplicatura: se trata de una cirugía para crear pliegues en el fondo estomacal y revertir el reflujo esofágico.