¿Qué produce las caries? Un viaje a través de la historia de la salud dental
Las caries han existido durante mucho más tiempo de lo que podríamos pensar. Descubrimientos arqueológicos recientes han revelado que incluso nuestros antepasados prehistóricos lidiaban con ellas, al encontrar restos humanos de aproximadamente 15,000 años de antigüedad con dientes notablemente perforados. Pero, ¿qué causa exactamente las caries y cómo podemos prevenirlas? Acompáñame en este viaje para explorar este intrigante tema.

Origen de las Caries
Las caries son causadas por diminutos microorganismos que residen en nuestra boca, que recibimos poco después del nacimiento. En su mayoría, estos microorganismos son transmitidos por nuestra madre en los primeros años de vida. Una vez que nuestros dientes comienzan a crecer, se forma una colonia de bacterias, proceso que es completamente natural y necesario para mantener el equilibrio de nuestro organismo.
La dieta juega un papel crucial en este equilibrio. La cantidad y tipo de alimentos que consumimos, particularmente los que contienen azúcar, pueden provocar un crecimiento excesivo de ciertas bacterias y, por ende, la aparición de caries.
Una de estas bacterias, la Streptococci mutans, es particularmente perjudicial. Estas bacterias, al igual que nosotros, adoran el azúcar y lo utilizan tanto para construir su estructura molecular como para obtener energía. Al metabolizar el azúcar, producen subproductos en forma de ácidos, como la lactosa. Si bien estas bacterias son resistentes a este ácido, nuestros dientes, por desgracia, no lo son.
El papel del azúcar en la formación de caries
La capa protectora de esmalte que cubre nuestros dientes es robusta, pero no es inmune al ataque constante de estos ácidos. Poco a poco, este ácido desgasta el esmalte, provocando una pérdida de calcio y minerales, lo que finalmente lleva a la formación de una cavidad.
Ahora bien, nuestros antepasados prehistóricos probablemente no se deleitaban con dulces como nosotros, entonces, ¿por qué tenían caries? La respuesta está en la composición de su dieta.
Si bien una dieta rica en carne presenta un riesgo bajo de caries debido a su bajo contenido de azúcar, los alimentos que nuestros antepasados consumían también incluían tubérculos, nueces y granos, todos los cuales contienen carbohidratos. Cuando los carbohidratos se exponen a las enzimas de la saliva, se descomponen en azúcares más simples, que pueden ser alimento para las bacterias bucales.
Las caries en la era moderna
En la actualidad, enfrentamos un riesgo mucho mayor de caries debido a nuestros hábitos alimenticios. El consumo excesivo de azúcar es común en las dietas modernas y, junto con la mejora en la accesibilidad y la disminución del costo de los azúcares refinados tras la revolución industrial, las caries han aumentado drásticamente. Sorprendentemente, se estima que un 92% de los adultos en los Estados Unidos tienen caries.
¿Es posible no desarrollar nunca caries?
Si bien es posible tener un riesgo significativamente reducido de caries dental, afirmar que uno nunca desarrollará caries sería demasiado absoluto. Aunque algunos factores pueden minimizar el riesgo de caries, la presencia de bacterias en nuestra boca, nuestra dieta y nuestra higiene bucal son variables que, sin importar cuán controladas estén, siempre pueden variar y provocar la aparición de caries.
En general, la caries dental es una enfermedad multifactorial que depende de una variedad de elementos, incluyendo la flora bacteriana oral, la dieta, la higiene bucal, la genética, la exposición al flúor y el flujo y la composición de la saliva, entre otros.
Algunas personas pueden tener un riesgo reducido de caries debido a factores genéticos que pueden incluir la forma y disposición de los dientes, la calidad del esmalte dental, el flujo de saliva y la composición de la flora bacteriana. Sin embargo, incluso estas personas no están completamente exentas de desarrollar caries, especialmente si sus hábitos de higiene oral y dieta son deficientes.
La mejor estrategia para prevenir la caries dental incluye una combinación de una buena higiene oral (cepillado y uso de hilo dental regularmente), una dieta saludable baja en azúcares y carbohidratos fermentables, uso de productos con flúor y visitas regulares al dentista para exámenes y limpiezas profesionales.
Prevención de las caries
Sin embargo, contamos con una serie de herramientas para combatir y prevenir las caries. Una de estas herramientas es el uso de flúor, que se agrega en pequeñas cantidades a la mayoría de las pastas dentales y, en muchos lugares, al agua potable. El flúor fortalece los dientes y promueve el crecimiento de cristales de esmalte, aumentando la resistencia de nuestros dientes a los ácidos.
Si se forma una cavidad, se puede tratar con empastes que llenan y sellan el área infectada, previniendo un deterioro mayor. Sin embargo, los mejores métodos para prevenir una cavidad siguen siendo la reducción del consumo de azúcar y una buena higiene bucal, eliminando bacterias y fuentes de alimento para ellas.
Prácticas como el cepillado regular, el uso de hilo dental, y evitar alimentos con alto contenido de azúcar y almidón, así como alimentos pegajosos que puedan adherirse a tus dientes, son fundamentales para mantener una población equilibrada de bacterias en la boca y prevenir las caries.
Conocer la causa de las caries y cómo prevenirlas es el primer paso hacia una mejor salud bucal. Al igual que nuestros antepasados, estamos en constante lucha contra estas bacterias, pero a diferencia de ellos, tenemos a nuestro alcance una gran cantidad de conocimiento e innovaciones para cuidar nuestros dientes. Recordemos aprovecharlos para mantener una sonrisa saludable.
¿Por qué es importante prevenir y tratar las caries?
La prevención y el tratamiento de las caries dentales es crucial debido a varias razones:
- Dolor e incomodidad: Las caries dentales pueden ser muy dolorosas y causar mucha incomodidad. Una vez que la caries ha atravesado el esmalte y llegado a la dentina, las terminaciones nerviosas pueden quedar expuestas, lo que puede provocar un dolor agudo.
- Problemas para comer: Si tienes caries, podrías tener dificultades para masticar algunos alimentos, especialmente si son muy fríos, muy calientes o muy dulces. Esto puede afectar a tu nutrición y a tu calidad de vida en general.
- Pérdida de dientes: Si no se tratan, las caries pueden llevar a la pérdida de dientes. Perder un diente puede afectar no solo a tu apariencia, sino también a tu capacidad para hablar y masticar correctamente.
- Infecciones: Las caries dentales pueden conducir a infecciones graves en la boca. Además, las bacterias pueden entrar en el torrente sanguíneo y propagarse a otras partes del cuerpo, lo que podría dar lugar a complicaciones más serias, como infecciones del corazón.
- Costos de salud: Las caries no tratadas pueden resultar en tratamientos dentales costosos en el futuro. Por ejemplo, podrías necesitar un empaste, una corona, un conducto radicular o incluso un implante dental. Estos procedimientos pueden ser bastante costosos, especialmente si no tienes seguro dental.
- Impacto en la autoestima: Finalmente, los dientes decolorados, dañados o perdidos debido a las caries pueden afectar a tu autoestima y a tu confianza en ti mismo.
Por todas estas razones, es esencial prevenir las caries y tratarlas tan pronto como sean detectadas. Mantén una buena higiene bucal, limita el consumo de alimentos y bebidas azucaradas, y visita regularmente al dentista para revisiones y limpiezas profesionales. De esta manera, puedes mantener tus dientes sanos y fuertes durante toda tu vida.
Referencias
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- Alvarez, José O. «Nutrition, tooth development, and dental caries.» The American journal of clinical nutrition 61.2 (1995): 410S-416S.