PH de las bebidas o cómo tus refrescos pueden destruir tu boca
Conocer el PH de las bebidas y refrescos que consumimos, es esencial para conocer el impacto en la erosión del esmalte dental, la aparición de hipersensibilidad dental y el aumento de las probabilidad de padecer una caries.
La bebida más natural y sana para la salud bucodental es el agua. Ya que el agua posee en la gran mayoría de los casos un PH neutro, que mantiene el buen estado de nuestros dientes cuando la consumimos.
Pero, ¿Qué es mejor para la salud de nuestros dientes? ¿Consumir un refresco carbonatado con azúcar o uno denominado como light o cero? ¿Qué impacto tienen las bebidas energéticas en nuestra boca? ¿Son las bebidas isotónicas la mejor alternativa para el cuidado de los dientes? Pues aunque parezca mentira, a continuación veremos el impacto que tienen estas bebidas el la salud de tu boca y dementaremos falsos mitos. Sigue leyendo.
Qué es el PH en las bebidas
El pH es una escala que mide la acidez o la basicidad de un líquido. Va de 0 a 14, siendo 7 el punto neutro. Cuanto más bajo es el pH, más ácido es el líquido; mientras que cuanto más alto es el pH, más básico es. La mayoría de los refrescos con gas tienen un pH inferior a 4,5, lo que los hace muy ácidos. Esto significa que pueden dañar el esmalte de los dientes y provocar caries. De hecho, según la Asociación Dental Americana, beber dos o más refrescos al día puede duplicar el riesgo de sufrir caries y aumentar los riesgos de la hipersensibilidad dental.
Estos problemas vienen aumentados por dos propiedades que tienen las bebidas:
- Los azúcares: El azúcar es de sobra conocida por ser uno de los ingredientes principales que aumentan el riesgo de aparición de caries. Ya que los azúcares son uno de los principales alimentos de las bacterias cariogénicas que habitan en el biofilm de nuestra boca. Al alimentarse las bacterias con azúcares y desechar ácidos tras su metabolización, el esmalte de nuestros dientes se ve gravemente afectado, llegando a erosionarse con el paso del tiempo.
- El PH: Las bebidas con un PH más acido que el que tenemos de manera natural en nuestra boca, produce un descenso de la misma creando una alteración en el equilibrio de la microflora oral y afectando a la erosión del esmalte de los dientes con el consumo repetido de bebidas.
El PH natural de la boca
El PH natural de la boca es neutro, oscila entre 6 y 7,4. En estado normal, el PH de la boca se mantiene en estos niveles sin crear ninguna alteración en las bacterias que conviven en los tejidos de su interior. Dentro de la boca en el biofilm, conviven más de 500 bacterias distintas que viven en simbiosis con funciones diferentes.
Dentro de de esa comunidad de bacterias que forman la microbiota oral, existen bacterias que nos ayudan a protegernos de la aparición de caries y otras que favorecen la aparición de las mismas. En la actualidad existen muchos centros especializados de microbiología que están tratando de identificar cada uno de ellas, pero resulta un proceso complejo. A día de hoy solo se han podido identificar algo más de 70 especies distintas de microrganismos.
Cuando tomamos una bebida ácida, el pH de nuestra boca disminuye y se vuelve más ácido. Este aumento de la acidez facilita que las bacterias rompan el esmalte de los dientes y provoquen caries. Aunque una de las patologías previas asociadas al consumo elevado de este tipo de bebidas es la sensibilidad dental, siendo una clara señal de un desgaste previo en la estructura de nuestros dientes.
La saliva y su papel fundamental
Una de las múltiples funciones que tiene la saliva en el interior de nuestra boca, es ayudarnos a mantener un PH saludable en todo momento. Es por ello, que ciertas patologías como la xerostomía o «boca seca», puede incidir en alterar el desequilibrio natural del PH.
Además de ayudarnos a digerir y descomponer los alimentos, cuando se produce un descenso en el PH de la boca, nuestras glándulas salivales empiezan a producir saliva hasta alcanzar de nuevo un nivel neutro en el PH de la boca.
¿Cuáles son las bebidas más ácidas?
Las bebidas gaseosas más ácidas son los refrescos de cola, seguidas de los refrescos de limón y naranja. También son bastante ácidas los refrescos de frutas, las bebidas energéticas y las bebidas isotónicas. La mayoría de estos refrescos suelen tener un PH por debajo de 4, aunque existen notables diferencias con las bebidas energéticas como el Redbull, Monster o Burn que pueden alcanzar PH comprendidos entre alrededor del 3
Pero sin ninguna duda, las bebidas que tienen un PH más ácido (con una puntuación más baja dentro de la escala de PH) son las bebidas isotónicas tales como Powerade, Gatorade o Aquarius. Obteniendo puntuaciones en la escala de PH entre 2 y 3. Esto hace que muchos deportistas, si bien mientras practican su deporte, puedan tener un riesgo mayor de erosión dental.
¿Es mejor para los dientes las bebidas light o con azúcares?
Si bien la mayoría de nosotros elegiría una bebida light o cero como la opción más saludable, esto no es así para el esmalte de nuestros dientes. Ya que a pesar de no contener azúcares, este tipo de bebidas dietéticas posee un PH mucho más bajo que su versión azucarada. Y este hecho es el responsable de que las bebidas light sean mucho más dañinas para los dientes.
En el rango de bebidas con azúcar, aunque todas ellas producen caries, podemos hacer una clara distinción en cuanto a lo dañinas que son para el esmalte dental.
En primer lugar, se encuentran las bebidas gaseosas con azúcar tales como los refrescos de cola y de naranja. Aunque contengan azúcar, su efecto es mucho menor que otras bebidas debido a un PH más alto (5-6). Seguidas de estos refrescos podemos encontrar los zumos naturales o concentrados, éstos últimos siendo más dañinos para los dientes. Y por último, se encuentran las bebidas isotónicas y energéticas azucaradas, siendo éstas las que más daño producen al esmalte dental.
¿Qué consecuencias tiene el consumo excesivo de bebidas ácidas para los dientes?
El primer síntoma asociado al consumo excesivo de bebidas ácidas suele ser la sensibilidad dental. Éste es un trastorno en el que los nervios de los dientes están especialmente sensibles frente a estímulos externos, ya sea térmico, químico o elástico. Estos estímulos pueden ser el frío, calor o incluso el tacto.
Otro de los síntomas más habituales es la aparición de manchas en los dientes debido a que se formadas por la erosión del esmalte dental provocada por las bebidas ácidas. Estas manchas son irreversibles y cada vez serán más visibles a medida que avance la erosión del esmalte. En casos extremos, la erosión puede llegar a afectar al dentina y provocar una sensibilidad dental muy intensa.
Otro trastorno asociado al consumo excesivo de bebidas ácidas es la gingivitis, una inflamación de las encías que se produce por el aumento de la placa bacteriana en los dientes. La placa bacteriana se forma a partir de los restos de comida y de las bacterias que se encuentran en nuestra boca. Esta placa, si no se elimina correctamente, puede producir enfermedades periodontales más graves como la periodontitis. Finalizando con la pérdida de piezas dentales.
Asociado con el alto consumo de cafeína si las bebidas contienen este ingrediente, el efecto de erosión dental puede aumentar considerablemente si se produce bruxismo en la boca del consumidor de bebidas. Apretar los dientes o rechinar los mismos, puede traer fatales consecuencias para nuestra salud bucodental.
En resumen, el consumo excesivo de bebidas ácidas puede producir sensibilidad dental, manchas en los dientes, gingivitis y enfermedades periodontales más graves. Por ello, es importante controlar el consumo de estas bebidas y utilizar un buen cepillo dental para evitar estos problemas.