Periimplantitis o la enfermedad del implante dental
Sea que tienes una prótesis oral o vayas a colocarte una, primeramente debes documentarte, lo que implica conocer al detalle de qué se trata la periimplantitis o la enfermedad del implante dental. Ya que a pesar de ser una de las intervenciones más recomendadas para sustituir una pieza dental perdida, puede asociarse a este tipo de complicaciones. Sigue leyendo y entérate con más detalle de qué se trata.
¿Qué es la periimplantitis?
La periimplantitis recibe este nombre porque se deriva de los implantes dentales, se concibe como una condición clínica por lesiones o inflamación en los tejidos periimplantarios, por la consecuente pérdida del hueso que recibe igual calificativo.
Su diagnóstico clínico como enfermedad dental o periimplantitis se produce cuando el especialista o la propia persona detectan sangre, sea por sondaje o pérdida ósea progresiva. La razón de ello, es porque la mucosa periimplantaria sana funciona como barrera biológica frente a ciertos factores causantes de la enfermedad dental.
La periimplantitis guarda estrecha relación con la calidad del procedimiento y el diseño del implante dental. Ya que las texturas de la superficie favorecen la adherencia de la placa bacteriana cuando el área de la prótesis se expone al ambiente oral.
Por otro lado, el desajuste existente entre los elementos integrantes del sistema implante/prótesis puede facilitar la retención de placa bacteriana, así como dar cabida a ciertos microorganismos al interior de la base transepitelial.
Igualmente, la periimplantitis se relaciona con la formación de novo de una biopelícula en la superficie implantaría, dando respuesta o autorizando al huésped, dando lugar a una inflamación en el tejido periimplantario.
Inicialmente, dicha lesión se ubica en la membrana conjuntiva aledaña a la barrera epitelial, siendo muy similar a la de la encía cuando hay presencia de biofilm o placa dental en las áreas adyacentes a la encía.
En estos casos, la constante presencia de biofilm submarginal y el daño que rodea los implantes, eventualmente afectan el tejido duro, comprometiendo la oseointegración, propiciar distintos niveles de pérdida de hueso marginal, es decir, da lugar a periimplantitis, hasta ocasionar la pérdida del implante.
Tipos de Periimplantitis o enfermedad del implante dental
La periimplantitis o enfermedad del implante dental, como toda infección es capaz de dañar los tejidos circundantes al dispositivo implantado en la cavidad oral. Pudiendo incluso, que se puede llegar afectar el soporte o base ósea donde se integró.
Ahora, en caso de que la lesión inflamatoria afecte solo los tejidos blandos, se llamará mucositis periimplantaria, y de no recibir tratamiento oportuno, conlleva a la fase de periimplantitis o enfermedad del implante. Dicha condición puede presentarse en dos grados distintos:
Mucositis
Corresponde a una enfermedad similar a la gingivitis, pero en este caso, se desarrolla de forma envolvente en los implantes. Cuya principal característica es la inflamación y sangrado de los tejidos que rodean la prótesis.
Periimplantitis
En este caso, la similitud de la lesión es como la periodontitis, puesto que la periimplantitis se produce también en el círculo base de los implantes. Su rasgo más notorio, es la pérdida ósea que rodea la prótesis dental.
Síntomas de la enfermedad dental o periimplantitis
La periimplantitis como se refirió, tiene al menos 2 etapas, donde la primera se refiere cuando aparece se inflama la mucosa que rodea el implante, y conforme avance la lesión, se convierte en periimplantitis. Por lo general, se relaciona con los siguientes síntomas:
- Enrojecimiento de la zona que envuelve el implante.
- Sangrado o supuración del sondaje construido para plantar la prótesis dental.
- Verificación radiológica que evidencie una pérdida ósea de la base/soporte.
- Dolor con la percusión al apretar los dientes.
- Incremento en la profundidad del bolsillo periimplantario.
- Pérdida radiológica en la altura del hueso periimplantario.
- Aparición de sangre durante el cepillado.
- Dolor en la base del implante.
- Movimiento del implante.
La enfermedad del implante dental y su relación con microorganismos orales
La relación de los anteriores síntomas que presenta la enfermedad de los implantes o periimplantitis obedecen a la estrecha convivencia de los distintos microorganismos y las lesiones periodontales, puesto que ambas se rigen siguiendo parámetros biológicos idénticos. Dentro de los cuales se pueden nombrar las espiroquetas y formas gram negativas anaerobias:
- Prevotella intermedia.
- Porphyromonas gingivalis.
- Aggregatibacter actinomycetemcomitans.
- Tannerella forsythensis.
- Treponema dentícola.
- Prevotella nigrescens.
- Peptostreptococcus micros.
- Fusobacterium nucleatum.
Pueden estar presentes igualmente otros factores en la etiopatogenia de la periimplantitis, como es la sobrecarga mecánica, que suele darse en forma de microfracturas óseas envolventes del implante osteointegrado, en vista del exceso de esfuerzo para su capacidad de soporte.
Eventualmente dichas fuerzas son capaces de fracturar incluso, algún componente del propio implante, sin que necesariamente haya pérdida de altura en el hueso o de osteointegración.
Conviene recordar en este aspecto, que la pérdida ósea periimplantaria se debe considerar como etiológica y multifactorial, donde la infección bacteriana y sobrecarga mecánica, son elementos cooperantes entre sí en la periimplantitis.
Causas de periimplantitis dental
Ante tal escenario, cabe preguntarse, ¿por qué puede enfermarse el implante? Pues bien, principalmente se debe al cúmulo de placa bacteriana en dientes y encías, que en un diente natural puede ocasionar una caries o periodontitis (de allí su asociación), mientras que en un implante se produce una periimplantitis.
Otra causa frecuente es la sobrecarga oclusal, común en pacientes estresados, quienes presentan problemas de masticación. Y como último factor, destaca un trabajo inapropiado del implante. Por ello, la importancia de ponerse en manos de expertos maxilofaciales.
Se debe mencionar también como causa etiológica, que da lugar a la periimplantitis, es que el implantado en personas fumadoras o bien, haya padecido de enfermedades periodontales previas.
Los diabéticos igualmente tienen mayor dificultad para cicatrizar las heridas, pudiendo por tanto, desarrollar la enfermedad del implante. Al igual que una baja calidad del hueso que soporta el dispositivo.
A todo ello se suma, una mala higiene oral, en consecuencia, la mejor medida preventiva es adoptar buenos hábitos de limpieza bucodental diaria, a fin de evitar la aparición de bacterias que puedan afectar al implante.
Tratamiento para la enfermedad del implante
Los últimos estudios sobre los cuidados de los implantes brindan hoy algunas alternativas terapéuticas altamente efectivas en tratamiento para la periimplantitis. Proponen un método basado en lo que se conoce como desbridamiento y raspado subgingival.
Esta técnica novedosa consiste en separar el tejido gingival a través de mecanismos mecánicos o manuales, para permitir erradicar la inflamación, al tiempo de restaurar dicho tejido enfermo.
Sin embargo, el tratamiento va en función del nivel o alcance de la periimplantitis, cuyos procedimientos requieren:
- Tratar las deficiencias óseas mediante un procedimiento regenerativo, lo que permite eliminar el tejido granulado y destruir las bacterias causantes de la infección por periimplantitis, al reducir la inflamación.
- Intervenir el área circundante del implante, para eliminar la placa bacteriana acumulada, y por ende, el daño al implante.
- Tratar los defectos óseos, a través de un curetaje de las lesiones periapicales, además de usar materiales sustitutos del hueso dañado. Con ello se logra detener el avance de la enfermedad del implante.
- Estudiar cada caso en particular, con el propósito de acordar las pautas aplicables a cada paciente, atendiendo a sus necesidades.
- Recurrir a una limpieza profesional, en especial del área infectada o con posibilidades de infectarse, o en última instancia, una intervención dirigida a salvar el implante.
- Tener una adecuada y eficiente higiene bucodental diaria, enfatizando aquellas áreas donde haya implantes dentales.
- Visitar el especialista al menos 2 veces al año para las revisiones rutinarias.
- Practicar una limpieza interproximal.
- Adoptar un estilo de vida saludable.