Pericardiocentesis ¿Cómo es este procedimiento?
La pericardiocentesis es un procedimiento médico que se utiliza para extraer líquido del pericardio, el saco que rodea el corazón.
Este procedimiento suele emplearse cuando la acumulación de líquido, denominada derrame pericárdico, provoca síntomas o interfiere en la capacidad del corazón para funcionar correctamente.
En este artículo analizaremos los fundamentos científicos de la pericardiocentesis, cómo se realiza el procedimiento y los posibles riesgos y complicaciones. También hablaremos de las ventajas de la pericardiocentesis y de cuándo puede recomendarse.

¿Qué es la Pericardiocentesis?
La pericardiocentesis es un procedimiento médico que consiste en extraer líquido del pericardio, que es el saco que rodea el corazón. El líquido, denominado derrame pericárdico, puede acumularse en el pericardio por diversos motivos, como infección, inflamación, cáncer y otras afecciones. Cuando el líquido se acumula, puede ejercer presión sobre el corazón e interferir en su capacidad para funcionar correctamente.
La pericardiocentesis se realiza para aliviar la presión sobre el corazón y mejorar su funcionamiento. Suele realizarla un médico formado en procedimientos intervencionistas, como un cardiólogo o un radiólogo. La intervención suele realizarse en un hospital o centro médico especializado, y puede realizarse con anestesia local o general, según el estado del paciente y la preferencia del médico.
Durante el procedimiento, el paciente se coloca tumbado boca arriba. A continuación, el médico utiliza ultrasonidos u otras técnicas de imagen para guiar una aguja a través de la pared torácica hasta el pericardio. A continuación se extrae el líquido con una jeringa o un catéter, que es un tubo fino y flexible. La intervención suele durar entre 30 y 60 minutos, y el paciente suele permanecer en observación en el hospital durante unas horas para asegurarse de que no haya complicaciones.
La pericardiocentesis suele considerarse un procedimiento seguro y eficaz, pero puede entrañar algunos riesgos, como hemorragias, infecciones y lesiones del corazón o de los vasos sanguíneos circundantes. Es importante que hable de los posibles riesgos y beneficios de la pericardiocentesis con su médico antes del procedimiento.
¿Cómo se realiza una Pericardiocentesis?
La pericardiocentesis es un procedimiento médico que consiste en extraer líquido del pericardio, que es el saco que rodea el corazón. El procedimiento suele realizarlo un médico formado en procedimientos intervencionistas, como un cardiólogo o un radiólogo. Suele realizarse en un hospital o centro médico especializado, y puede llevarse a cabo con anestesia local o general, según el estado del paciente y la preferencia del médico.

A continuación se describe detalladamente cómo se realiza normalmente una pericardiocentesis:
Preparación
Antes del procedimiento, se coloca al paciente tumbado boca arriba. Se limpia y esteriliza la zona del tórax en la que se insertará la aguja. También se administra al paciente anestesia local o general para adormecer la zona y que esté cómodo durante el procedimiento.
Obtención de imágenes
El médico utiliza la ecografía u otras técnicas de imagen, como la TC o la RM, para guiar la aguja hasta el pericardio. Las imágenes ayudan al médico a ver la posición del corazón y la localización del líquido.
Inserción de la aguja
El médico inserta una aguja a través de la pared torácica y en el pericardio, utilizando la guía de la imagen para asegurarse de que está en la posición correcta.
Extracción del líquido
El médico utiliza una jeringa o un catéter, que es un tubo fino y flexible, para extraer el líquido del pericardio. La cantidad de líquido extraído depende del tamaño del derrame y del estado del paciente.
Cierre de la incisión
Una vez extraído el líquido, el médico retira la aguja y cierra la incisión con un pequeño vendaje.
El procedimiento suele durar entre 30 y 60 minutos, y el paciente suele permanecer en observación en el hospital durante unas horas después para asegurarse de que no haya complicaciones.
En general, la pericardiocentesis se considera un procedimiento seguro y eficaz, pero puede entrañar algunos riesgos, como hemorragias, infecciones y lesiones del corazón o de los vasos sanguíneos circundantes.
¿Cuáles son los beneficios de una Pericardiocentesis?
La aplicación de este procedimiento tiene varias ventajas:
- Alivio de los síntomas: La pericardiocentesis puede ayudar a aliviar los síntomas causados por la acumulación de líquido en el pericardio, como dolor torácico, dificultad para respirar y fatiga.
- Mejora de la función cardiaca: Al aliviar la presión sobre el corazón, la pericardiocentesis puede mejorar la capacidad del corazón para funcionar correctamente. Esto puede ayudar a aumentar el nivel de energía del paciente y su calidad de vida en general.
- Información diagnóstica: Este procedimiento puede proporcionar valiosa información diagnóstica sobre la causa del derrame. El líquido puede examinarse para detectar signos de infección, inflamación, cáncer u otras afecciones.
- Tratamiento de la enfermedad subyacente: En algunos casos, la pericardiocentesis puede utilizarse para tratar la causa subyacente del derrame. Por ejemplo, si el derrame se debe a una infección, el líquido puede cultivarse para identificar el organismo específico y determinar los antibióticos adecuados para tratarlo.
¿Cuáles son los riesgos y complicaciones de la Pericardiocentesis?
La pericardiocentesis es un procedimiento médico que consiste en extraer líquido del pericardio, que es el saco que rodea el corazón. Por lo general, el procedimiento se considera seguro y eficaz, pero, como cualquier otro procedimiento médico, conlleva algunos riesgos y complicaciones.
Estos son algunos de los posibles riesgos y complicaciones de la pericardiocentesis:
- Hemorragia: Existe riesgo de hemorragia en el lugar donde se inserta la aguja, así como riesgo de hemorragia en el propio pericardio. Por lo general, esta hemorragia puede detenerse con presión directa, pero en raras ocasiones puede requerir una transfusión de sangre o una intervención médica adicional.
- Infección: Para reducir el riesgo de infección en el lugar de inserción de la aguja o a su alrededor, y en el pericardio, es esencial que se realicen técnicas estériles durante este procedimiento. Además, siempre deben administrarse antibióticos antes y después del tratamiento para una seguridad óptima del paciente.
- Lesión del corazón o de los vasos sanguíneos circundantes: Utilizar técnicas de imagen para guiar la aguja y seguir estrictamente la técnica adecuada puede reducir el peligro de dañar el corazón o los vasos sanguíneos durante este procedimiento.
- Reacción alérgica a la anestesia: Aunque es poco frecuente, un paciente puede experimentar una reacción alérgica a la anestesia durante su intervención. Para evitar que esto ocurra, es primordial que el anestesista esté informado de cualquier alergia o antecedentes médicos antes de administrar la anestesia local o general. Al hacerlo, se puede reducir considerablemente el riesgo de que se produzca una reacción de este tipo.
- Reaparición del derrame: En algunos casos, el derrame puede reaparecer después de la intervención. Esto puede requerir procedimientos adicionales para eliminar el líquido.
¿Cuándo se recomienda realizar una Pericardiocentesis?
Cuando es prácticamente imposible que el corazón mantenga sus funciones normales debido a un derrame pericárdico, suele recomendarse la pericardiocentesis. Este procedimiento médico consiste en introducir una aguja en el saco que rodea al corazón (conocido como pericardio) y extraer cuidadosamente el exceso de líquido acumulado, para que tu corazón pueda seguir latiendo como una máquina imparable
La pericardiocentesis puede recomendarse si se presentan los siguientes síntomas:
Dolor torácico
Si el derrame está causando dolor o molestias en el pecho, la pericardiocentesis puede ayudar a aliviar este síntoma.
Dificultad respiratoria
Si el derrame provoca dificultad respiratoria o falta de aire, la pericardiocentesis puede ayudar a mejorar la función respiratoria del paciente.
Cansancio
Si el derrame está causando fatiga o debilidad, la pericardiocentesis puede ayudar a mejorar el nivel de energía del paciente.
Función cardiaca
Si el derrame está interfiriendo con la capacidad del corazón para funcionar correctamente, la pericardiocentesis puede ayudar a mejorar la función cardíaca.
La pericardiocentesis es un procedimiento médico increíblemente útil que puede tanto diagnosticar la causa de un derrame pericárdico como tratar cualquier infección o inflamación subyacente. Este enfoque innovador del tratamiento de esta enfermedad ofrece a los pacientes la esperanza de una rápida recuperación
Antes de someterte a una pericardiocentesis, considera detenidamente los posibles riesgos y beneficios del procedimiento con tu médico. Tu médico tendrá en cuenta factores como tus antecedentes médicos, el grado de acumulación de líquido en el saco que rodea el corazón y tu estado general de salud, al determinar si es una opción adecuada para ti o no.
¿Existen alternativas a la Pericardiocentesis?
Si tu corazón tiene dificultades para funcionar debido a un derrame pericárdico, en el que se acumula líquido alrededor del saco que lo rodea, es posible que necesites una pericardiocentesis. Este procedimiento médico consiste en extraer cuidadosamente este líquido excesivo del pericardio para aliviar cualquier síntoma y ayudar a mejorar su capacidad de funcionamiento.
Teniendo en cuenta la causa del derrame y el estado de salud general del paciente, los médicos pueden sopesar opciones alternativas a la pericardiocentesis en algunos casos. Algunas posibles alternativas son:
Medicamentos: En casos de derrame, pueden utilizarse medicamentos para abordar la causa raíz y reducir la acumulación de líquido en el pericardio. Si hay inflamación, suelen recomendarse como remedio antiinflamatorios no esteroideos (AINE) o corticoesteroides. En el caso de una infección que también pueda haber causado esta afección, pueden prescribirse antibióticos para el tratamiento.
Drenaje percutáneo con catéter: Se trata de un procedimiento en el que se introduce un catéter, que es un tubo fino y flexible, a través de la piel y dentro del pericardio para extraer el líquido. Este procedimiento puede realizarse en el hospital o en un centro médico especializado, y puede realizarse con anestesia local o general.
Cirugía: En casos graves, puede ser imprescindible intervenir quirúrgicamente para tratar la causa raíz del derrame. Por ejemplo, si la inflamación se debe a una neoplasia o tumor subyacente, podría ser necesaria una intervención quirúrgica para extirparlo.
Referencias
- Krikorian, John G., and E. William Hancock. «Pericardiocentesis.» The American Journal of Medicine 65.5 (1978): 808-814.
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- Wong, Bert, et al. «The risk of pericardiocentesis.» The American Journal of Cardiology 44.6 (1979): 1110-1114.
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