Mordida abierta: causas, diagnóstico y tratamiento
La mordida abierta es una maloclusión dental que puede afectar tanto a niños como a adultos. Este problema ortodóncico puede generar dificultades al masticar, hablar e incluso problemas estéticos. En este artículo, abordaremos las causas, el diagnóstico y las opciones de tratamiento para la mordida abierta. Además, responderemos a algunas preguntas frecuentes relacionadas con esta condición.

¿Qué es la mordida abierta?
La mordida abierta es un tipo de maloclusión dental en la que los dientes superiores e inferiores no se encuentran o no se ocluyen correctamente cuando la boca está cerrada. Esto genera un espacio o apertura entre los dientes, lo que puede afectar la función masticatoria y la apariencia de la sonrisa.
La mordida abierta puede ser de dos tipos:
- Mordida abierta anterior: Ocurre cuando los dientes frontales superiores e inferiores no se tocan al cerrar la boca.
- Mordida abierta posterior: Se presenta cuando los dientes posteriores, como los molares y premolares, no se tocan al cerrar la boca.
Incidencia en la población
Es difícil proporcionar una cifra exacta de cuántas personas en el mundo están afectadas por la mordida abierta, ya que la prevalencia de esta maloclusión varía según la población estudiada y la metodología de investigación. Sin embargo, se estima que la mordida abierta afecta aproximadamente al 0.6% al 20% de la población general en diferentes estudios y regiones.
Cabe destacar que estos números son estimaciones y pueden variar en función de factores como la etnia, el país, los hábitos culturales y los factores socioeconómicos. También es importante tener en cuenta que la prevalencia de la mordida abierta puede estar subestimada en ciertos estudios, ya que no todos los casos son diagnosticados o tratados.
Causas de la mordida abierta
La mordida abierta puede ser el resultado de una combinación de factores genéticos y ambientales, entre los que se incluyen:
- Factores genéticos: La herencia puede influir en la posición y alineación de los dientes, así como en la forma de la mandíbula y el maxilar.
- Hábitos perjudiciales: Los hábitos orales como la succión del pulgar, el uso prolongado del chupete, la mordedura de objetos o el empuje lingual pueden contribuir al desarrollo de una mordida abierta.
- Respiración bucal: La respiración bucal crónica, que puede ser resultado de alergias, congestión nasal o adenoides agrandadas, puede alterar el equilibrio muscular y óseo de la boca y causar una mordida abierta.
- Alteraciones en el crecimiento óseo: Condiciones que afectan el crecimiento óseo facial, como el síndrome de Pierre Robin, pueden provocar una mordida abierta.
Mordida abierta y el uso del chupete
El uso del chupete en la infancia es un tema que ha generado debate entre profesionales de la salud y padres, debido a sus posibles efectos negativos en la salud bucodental y el desarrollo de maloclusiones, como la mordida abierta.
El chupete puede ser útil para calmar y consolar al bebé, y algunos estudios incluso sugieren que puede disminuir el riesgo de síndrome de muerte súbita del lactante. Sin embargo, su uso prolongado o inadecuado puede tener consecuencias en la salud bucal de los niños, como la mordida abierta.
La mordida abierta puede desarrollarse debido a la presión constante que ejerce el chupete en los dientes y la mandíbula del niño. Esta presión puede alterar la posición de los dientes y el crecimiento óseo, generando un espacio entre los dientes superiores e inferiores cuando la boca está cerrada.
Para minimizar el riesgo de desarrollar una mordida abierta y otras maloclusiones, los expertos recomiendan:
- Limitar el uso del chupete: Utilizar el chupete solo cuando sea necesario para calmar al bebé, evitando que lo utilice de forma continua durante el día.
- Elegir un chupete ortodóncico: Los chupetes ortodóncicos tienen una forma que se adapta mejor al paladar del bebé y ejerce menos presión sobre los dientes y la mandíbula en comparación con los chupetes convencionales.
- Establecer un límite de edad: Se recomienda retirar el chupete alrededor de los 2 años de edad o incluso antes, ya que a medida que el niño crece, aumenta el riesgo de maloclusiones relacionadas con su uso.
- Monitoreo odontológico regular: Llevar al niño a controles odontológicos periódicos para evaluar el desarrollo de sus dientes y detectar a tiempo posibles maloclusiones.
Al seguir estas recomendaciones, es posible minimizar los riesgos asociados con el uso del chupete y reducir la probabilidad de desarrollar una mordida abierta en la infancia. En caso de que se detecte una maloclusión, es importante acudir a un ortodoncista para evaluar el caso y determinar el tratamiento más adecuado.
Diagnóstico de la mordida abierta
El diagnóstico de la mordida abierta se realiza mediante un examen dental y una evaluación de la historia clínica del paciente. El ortodoncista examinará la posición de los dientes, la alineación dental y la oclusión para determinar si existe una mordida abierta.
Además, se pueden utilizar radiografías, fotografías y moldes de los dientes para obtener una visión más detallada de la maloclusión y planificar el tratamiento adecuado.
Opciones de tratamiento para la mordida abierta
El tratamiento de la mordida abierta puede variar según la gravedad de la maloclusión, la edad del paciente y la causa subyacente. Algunas opciones de tratamiento incluyen:
- Intervención temprana: En niños pequeños, es posible tratar la mordida abierta mediante la corrección de hábitos perjudiciales, como la succión del pulgar o el uso del chupete. La intervención temprana puede prevenir que la maloclusión empeore y requerir tratamientos más intensivos en el futuro.
- Ortodoncia: El tratamiento ortodóncico, como los brackets o los alineadores transparentes, se utiliza comúnmente para corregir la mordida abierta. Estos dispositivos aplican una presión controlada y constante en los dientes para alinearlos y mejorar la oclusión.
- Aparatos ortopédicos: En casos más severos o cuando la causa de la mordida abierta está relacionada con el crecimiento óseo, se pueden utilizar aparatos ortopédicos como el disyuntor palatino, el activador o el aparato de Herbst para guiar el crecimiento y desarrollo de la mandíbula y el maxilar.
- Terapia miofuncional: La terapia miofuncional se enfoca en reeducar y fortalecer los músculos orofaciales para mejorar la posición de la lengua y la función masticatoria. Esta terapia puede ser útil en casos de mordida abierta causada por el empuje lingual o la respiración bucal.
- Cirugía ortognática: En casos severos de mordida abierta en adultos, donde el crecimiento óseo ya ha finalizado, puede ser necesario realizar una cirugía ortognática. Este tipo de cirugía implica reposicionar la mandíbula y/o el maxilar para mejorar la oclusión y la estética facial.
Preguntas frecuentes (FAQs) sobre la mordida abierta
¿La mordida abierta puede causar problemas de salud a largo plazo?
La mordida abierta puede causar problemas a largo plazo si no se trata adecuadamente. Estos problemas incluyen dificultades para masticar y hablar, desgaste anormal de los dientes, problemas en la articulación temporomandibular (ATM) y problemas estéticos que pueden afectar la autoestima del paciente.
¿Es posible que la mordida abierta se corrija por sí sola?
En algunos casos, especialmente en niños pequeños, la mordida abierta puede corregirse parcial o completamente al eliminar los hábitos perjudiciales, como la succión del pulgar. Sin embargo, en la mayoría de los casos, es necesario un tratamiento ortodóncico u ortopédico para corregir la maloclusión.
¿Cuánto tiempo tarda en corregirse una mordida abierta con tratamiento ortodóncico?
El tiempo necesario para corregir una mordida abierta con tratamiento ortodóncico varía según la gravedad de la maloclusión, la edad del paciente y la técnica utilizada. En general, el tratamiento puede durar entre 18 meses y 3 años, aunque en casos más complejos, puede requerir más tiempo.
Conclusión
La mordida abierta es un tipo de maloclusión dental que puede afectar la calidad de vida de los pacientes y causar problemas de salud a largo plazo si no se trata adecuadamente. Identificar y tratar la mordida abierta a tiempo es fundamental para prevenir complicaciones futuras y mejorar la función masticatoria, la estética dental y la salud bucodental en general.
El tratamiento de la mordida abierta puede variar según la gravedad de la maloclusión y la causa subyacente, y puede incluir intervención temprana, ortodoncia, terapia miofuncional, aparatos ortopédicos o cirugía ortognática. Es esencial acudir a un ortodoncista experimentado para obtener un diagnóstico preciso y un plan de tratamiento personalizado que aborde las necesidades específicas del paciente.
En última instancia, la prevención y el tratamiento oportuno de la mordida abierta son claves para garantizar una sonrisa saludable y funcional a lo largo de la vida.
Referencias
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