¿Estás pensando en ponerte un piercing en la boca? ¿Conoces en qué zona de la estructura bucal es recomendable colocarlo? ¿Sabes los posibles peligros o inconvenientes que pueden tener para tu salud? Descubre aquí las repuestas a estas interrogantes, así como otros aspectos de interés que te permitirán tomar la decisión que más te convenga.
En primer lugar, debes saber que un piercing es una práctica que consiste en realizar una abertura en cualquier parte del cuerpo con la finalidad de colocar un objeto de adorno, generalmente un arete u otra pieza de joyería.
Con respecto al tema que hoy nos ocupa relacionado con los piercings en la boca, debes saber que las zonas donde frecuentemente se hacen las perforaciones son los labios, las mejillas y la lengua.
Pero ¿Sabes cuál es el origen de esta actividad? Continúa leyendo y aprende parte de la historia de la cultura del piercing.
En la actualidad, es común ver a personas con perforaciones en la boca, nariz y lóbulos de la oreja, siendo usados como adornos llamativos. Asimismo, en la cultura occidental se ha extendido la costumbre de colocar zarcillos o aretes en las orejas de las niñas recién nacidas, como una forma de diferenciarlas de los varones.
Ahora bien, en cuanto al origen de esta práctica y el porqué del uso de piercing, hay diferentes opiniones, sin embargo, se coincide en indicar que tiene similitud con perforaciones corporales que realizaban las tribus indígenas y las primeras civilizaciones para expresar algún acontecimiento.
Veamos a continuación, como en tiempos remotos las colocaciones de los piercings tenían un significado que va más allá de lo decorativo o estético.
Como sinónimo de iniciación sexual: En las sociedades tribales se colocaba un piercing en las personas para dar a conocer que éstas pasaban de la adolescencia a la adultez, así como para indicar que podían dar inicio a la actividad sexual pues se consideraba más maduro y responsable. La pieza de joyería era instalada principalmente en los genitales.
Para evitar la esclavitud: Es conocido que a muchas mujeres se les hacía ver menos atractiva, ampliándole el labio superior para posteriormente insertarle un objeto en forma de plato. De esta forma se evitaba que fuera tomada como esclava, ya que para serlo se necesitaba un alto grado de belleza.
Incrementar la fertilidad: Además de la iniciación de la sexualidad, los piercings en la zona genital se asociaban con el aumento de la fecundidad y la actividad sexual entre las parejas.
Ahuyentar a los demonios: En muchas culturas colocarse un piercing de metal representa una manera de alejar a los seres malignos. Por ejemplo, en África y Suramérica, para evitar la entrada de los espíritus perversos en el cuerpo de las personas, se hace una perforación en el tabique nasal y se procede a colocar un objeto.
Símbolo de estatus social: En algunas civilizaciones la cantidad de piercing que tenga el individuo corresponde con el dinero que éste posee, lo cual significa que mientras más perforaciones tenga, mayor será su riqueza.
En otras culturas, el estatus social está representado por el material del piercing, así en La India una mujer cuya nariz está adornada con una joya de oro, tiene mayor estatus en la sociedad que aquella que emplea otro tipo de metal.
Recientemente se ha hecho tendencia llevar un piercing en la aleta de la nariz, otras zonas del cuerpo donde suelen colocarse son la boca, la oreja (tanto en el lóbulo como en el cartílago) y en el ombligo. En estas perforaciones se emplean aros, brillantes, pendientes, tragus o anti- tragus, hélix o el piercing industrial.
Como dijimos anteriormente, la boca es uno de los lugares favoritos para las personas interesadas en ponerse un piercing. Al respecto, no existe una zona específica donde estos no deban ser colocados, así que todo queda en manos de quien quiera perforarse.
Sin embargo, los expertos en la materia recomiendan la lengua como la mejor zona para el piercing de este tipo, argumentando que en cualquier parte de su superficie puede abrirse la apertura y ubicarse el adorno.
También recomiendan tener especial cuidado con los vasos sanguíneos que se encuentran en la lengua, especialmente los situados debajo de ella.
A pesar de lo indicado en el apartado anterior los especialistas y expertos en piercing señalan que la boca es una de las partes del cuerpo que representa mayor riesgo porque en ella se concentra un sinnúmero de baterías que pueden originar un cuadro infeccioso.
Otros de los peligros que deben considerarse al momento de colocarse piercings en la boca son los relacionados con la alteración del sentido del gusto, hemorragia (sobre todo al principio de la perforación), mal olor bucal y la producción excesiva de saliva.
Asimismo, en ocasiones los piercings causan inconvenientes bucodentales, entre los cuales se pueden señalar: ruptura y deterioro del esmalte de los dientes, problemas en las encías, inserción inadecuada en la zona que amerite una operación quirúrgica.
Por lo anterior, las perforaciones en esta zona requieren de cuidados especiales relacionados con la higiene bucal. Además, durante un tiempo prudencial se aconseja cumplir las siguientes medidas preventivas:
La prevención de la lengua blanca se relaciona con los hábitos higiénicos y alimenticios, es por ello que en este artículo te recomendamos:
Indiscutiblemente, estos sencillos consejos te pueden ayudar a mantener tu lengua saludable y con ello a disminuir los problemas de mal olor y sabor en la boca.
Recuerda que una lengua sana se caracteriza por estar limpia, tener un color rosado, poseer brillo y estar húmeda. En caso que la tuya no presente estas cualidades debes empezar a preocuparte y buscar solución al problema.
Si a pesar de los riesgos e inconvenientes esbozados anteriormente, aún persistes en colocarte un piercing en la boca, te recomendamos seguir las siguientes recomendaciones:
En conclusión, si has decidido ponerte un piercing sigue todos los consejos brindados y ten especial cuidado durante el periodo de cicatrización, de esta manera lograrás lucirlo sin complicaciones y sin causar daños a tu piel o boca.