Hipertensión y salud de la boca
Dentro de las patologías que aquejan a una gran porción de los ciudadanos del mundo está la hipertensión arterial (HTA), razón por la cual representa una de las mayores atenciones y preocupaciones para los Estados en término de salud pública. Esta condición eleva los eventos cardiovasculares a un primer plano como una de las enfermedades crónicas degenerativas causantes de mortalidad.
La hipertensión se muestra asintomática hasta ser instalada en el organismo, acreditando el calificativo de asesino silencioso, lo que es contradictorio e irónico, puesto que es una condición sencilla de detectar, diagnosticar y, generalmente, de tratar. Pero ¿Sabías el impacto de la hipertensión y la salud de la boca?, seguramente se sorprende, pero así lo han demostrado los últimos estudios.
Se debe acotar, que la hipertensión en sí misma, no se relaciona per se con la boca, sino los medicamentos usados para su control, sumado a una inadecuada higiene bucodental, pudiera desencadenar una condición severa para quien la padezca. Pero sigue con nosotros, porque es interesante conocer este tema, porque probablemente podamos ayudar a un familiar o amigos.
¿Qué es la hipertensión?
La definición clínica de la hipertensión arterial sistémica reflejada en la lecturas clínicas como (HTA), es el aumento sostenido de la presión arterial por encima o igual a 140 mm/Hg para la presión sistólica y mayor o igual a 90 mm/Hg para la diastólica.
Ahora, en términos más sencillos, la hipertensión obedece a una condición crónica donde los vasos sanguíneos alcanzan la necesaria fuerza y causan daño. Mientras que la tensión arterial corresponde a la presión ejercida por la sangre a las paredes de los vasos (arterias) cuando se envía al corazón.
Mientras más alta sea esta tensión, mayor trabajo hace el corazón para bombear sangre. Lo que le aporta además, su principal característica a esta condición, y es que no evidencia síntomas claros, lo que puede tomar más tiempo para manifestarse. Y es la razón del porqué representa un factor de riesgo cardiovascular de mayor prevalencia.
Actualmente, las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte en México, España y buena parte del mundo. A pesar de ser no sólo tratable, sino también controlable, la ausencia de esto último por lo general es lo que desencadena las complicaciones graves, como infarto al miocardio, insuficiencia cardiaca o ictus.
El primer impacto de la hipertensión se lo llevan las arterias, al engrosarse mientras van soportando la presión arterial alta constantemente, haciendo más duras, hasta dificultar el paso de sangre por ellas. Esta condición conlleva a otro daño, pues el engrosamiento de los vasos sanguíneos permite el depósito del colesterol y triglicéridos en ellas, logrando que la hipertensión alcance un riesgo más significativo para desarrollar la arteriosclerosis.
Causas de la hipertensión
Aún en estos tiempos, no están lo suficientemente claras las causas que desencadenan la hipertensión arterial. No obstante, según investigaciones, esta atiende a un conjunto de factores que suelen presentarse en casi el total de quienes la padecen. Para ello, en necesario separar las causas asociadas a la genética, sexo, edad y raza, porque estos factores es difícil modificarlo.
Y por otra parte, están aquellos factores modificables con los cambios de hábitos y medio ambiente que envuelve a las personas, como obesidad, sensibilidad al sodio, consumo en exceso de alcohol, uso de algunos medicamentos y estilo de vida sedentario.
Hipertensión y la salud de la boca
Según las últimas investigaciones sobre la hipertensión y su relación con la salud bucal, se determinó que una de los mejores métodos preventivos de esta silenciosa y mortal enfermedad es mantener una adecuada higiene bucodental.
Puesto que los resultados arrojados en un análisis efectuado a estudios clínicos y odontológicos de unas 3.600 personas hipertensas, revelaron que aquellas con encías sanas mostraron la tensión arterial más baja, comparativamente con quienes tenían alguna patología bucodental.
Es decir, las personas con periodontitis presentaron 20% menos posibilidades de lograr grados saludables de presión arterial, con relación a pacientes que tenían una adecuada salud bucal. Igual ocurre con personas de encías más sanas, quienes además de tener una presión arterial menor, responden mejor al tratamiento para bajarla.
Estos estudios llaman la atención de la comunidad médica, quienes son los llamados a prestar mayor atención a la salud oral de los pacientes, en especial a quienes reciben tratamiento para la hipertensión, siendo los primeros en tratar estos indicios de enfermedades periodontales.
Y por la parte, el hipertenso deberá estar pendiente de acudir al odontólogo para efectuar los controles pertinentes y adoptar las medidas a que haya lugar para mitigar los efectos adversos que repercuten en su presión arterial.
Tal como ocurre con otras patologías, al pasar los años, la boca sufre muchas transformaciones producto de la edad. Tanto en estructura como en función de la boca. De allí, la importancia de que las personas mayores tengan buenos hábitos bucales. No obstante, a continuación se indican algunas de las manifestaciones orales más habituales en personas hipertensas:
Disminución de la saliva y aparición caries
Adicional a las reacciones anteriores, otra de las consecuencias bucodentales asociadas a la hipertensión es la hiposalivación, misma que corresponde a una significativa disminución en el volumen de saliva.
Se presenta en lesiones del parénquima en las glándulas salivales superiores e inferiores, a consecuencia de los diuréticos, inhibidores enzimáticos, convertidora de angiotensina (IECA), agonistas alfa centrales, bloqueadores beta adrenérgicos.
Pero además, una consecuencia directa en la disminución salival es la sensación de sequedad bucal (xerostomía), conllevando a una alta probabilidad de desarrollar caries, problemas periodontales, o hasta infecciones mitóticas afectando la mucosa oral.
Sobrecrecimiento gingival
Otro de los problemas frecuentes observado en hipertensos es el llamado sobrecrecimiento gingival, cuyo nombre clínico es hiperplasia, que es una hinchazón en la encía y el diente, y de ser crónica, se generan bolsas que deben ser tratadas a la brevedad. Obedece a la ingesta de nifedipino, ingrediente del tratamiento de la hipertensión.
Igual ocurre con el metil dopa, que se asocia a patologías orales similares al liquen plano, por su aspecto blanquecino como una red gingival. Esto conlleva a desarrollar aspectos poco funcionales y estéticos. Por lo que se sugiere indicar azitromicina, ya que inhibe la proliferación de fibras de colágena.
Trastornos en la percepción de los sabores
Por su parte, los trastornos en la percepción de los sabores cuenta también como otro síntoma que suele delatar al hipertenso. Siendo por tanto, motivo para que los pacientes hipertensos asuman el control de su salud bucodental de forma responsable y rigurosa, a fin de evitar la aparición de eventuales complicaciones.
Se suele conocer también como alteraciones del gusto, una condición que puede mejorar significativamente acudiendo al odontólogo para revisar que la cavidad bucal se mantenga en las mejores condiciones posibles. Esta alteración se asocia al consumo de disgeusia, hipogeusia y ageusia, o ingesta de IECA (captopril y enalapril), diuréticos (espironolactona), y otros.
¿Cómo controlar la hipertensión?
La persona hipertensa dispone de otras herramientas adicionales a los fármacos, de hecho, acabamos de ver cómo los medicamentos pueden desencadenar otras patologías, generalmente asociadas a la salud bucodental. Adoptando algunas rutinas saludables se puede bajar la presión arterial.
Y lo mejor, las prácticas saludables tienen el poder de dejar progresivamente los medicamentos. Existen evidencias que al cambiar de estilo de vida, se logra retomar la normalidad sin necesidad de medicarse. Para ello se puede intentar con las siguientes sugerencias:
- Evitar el estrés: esta condición vinculada al trabajo, problemas conyugales y económicos, etc, son capaces de elevar la presión arterial.
- Dieta saludable: disminuir la sal de la dieta es una de las principales medidas a tomar, aunado a comidas verdes, cereales, frutas, verduras, etc; así como disminuir el consumo de alcohol y controlar el peso.
- Ejercicio físico: practicar actividad física es fundamental en caso de ser sedentarios. El ejercicio físico aeróbico aporta muchos beneficios en el control de la tensión, debe hacerse a diario, según cada edad y condiciones personales.
- Dejar de fumar: entre otros efectos nocivos, el tabaco incrementa la tensión arterial y la frecuencia cardiaca.
Tensiómetro para medir la presión arterial en casa
De ser un paciente hipertenso que está en capacidad de controlarse la presión arterial de forma autónoma, actualmente se pueden conseguir en el mercado diversos instrumentos para controlar la tensión en casa. También se puede recurrir a centros gratuitos en farmacias, hospitales u otros espacios de la comunidad. Dentro de los tensiómetros que se pueden adquirir están:
- Esfigmomanómetro de mercurio: es uno de los más exactos y con menos margen de error, sólo que su uso requiere un fonendoscopio.
- Esfigmomanómetro de aire: uno de los más usados actualmente, un equipo muy preciso, pero que también necesita de un fonendoscopio.
- Equipo electrónico: está en auge actualmente, por su alta demanda para llevar a cabo el autocontrol de la presión arterial, no requiere fonendoscopio al portar un detector del pulso incorporado, además de su fácil manejo.
- Tensiómetros de muñeca: aunque suelen ser exactos, se deben usar como lo indican sus instrucciones. Además, son altamente sensibles a la posición del cuerpo, por lo que no son muy recomendados.
En cualquier caso, el autocontrol de la presión arterial se debe hacer en la mañana y noche, luego de un reposo previo de 3 minutos. La persona se debe sentar con las piernas sin cruzar, espalda apoyada en un respaldar, con el brazo donde se ubique el manguito apoyado sobre la mesa.