Glositis: descubre todo sobre esta inflamación oral
La cavidad oral cuenta con un sinfín de órganos y partes que trabajan en armonía para un buen desempeño oral. La lengua es uno de ellos, que funciona como una especie de mapa a través de la cual se pueden detectar y diagnosticar muchas enfermedades, como la glositis: descubre todo sobre esta inflamación oral, hablaremos de sus causas, diagnóstico, tratamiento y más, porque es una afección más frecuente de lo crees.
¿Qué es la glositis?
En términos médicos clínicos, la inflamación de la lengua se denomina glositis y se trata de una condición que se puede presentar de manera repentina como una manifestación aguda, o bien prolongarse de forma crónica. Los motivos de su aparición son diversos, pero en todos los casos este importante órgano bucal se engrosa acompañada de pequeñas lesiones, las cuales pueden ser muy dolorosas.
La glositis se suele conocer también como lengua geográfica, porque se evidencia en su cuerpo manchas o parches similares a un mapa. En este caso particular, obedece a una glositis benigna.
Te preguntarás, ¿cómo saber si se trata de una glositis?, la manera más sencilla es que al comer se sienten los sabores y texturas de los alimentos, porque su principal rasgo es que aún con las papilas gustativas inflamadas, se puede degustar cualquier platillo y sabor.
Otra característica de la glositis o lengua hinchada, obviamente, es la inflamación, pero además, modifica su color e incluso, su textura también, evidenciándose más lisa de lo normal.
¿Debo acudir al médico por la glositis?
Efectivamente, ante cualquier molestia en la lengua, lo más recomendable es acudir al médico, porque como bien se indicó, este órgano no sirve solo para degustar los alimentos y hablar, ¡que no es de importancia menor! Pues, también es como un mapa, por lo que la glositis puede ser un signo de otra enfermedad oral o sistémica subyacente.
De tal forma, que la lengua advierte a la persona con glositis, que algo en el organismo anda mal, debiendo, por tanto, prestar la merecida atención. Pues, pudiera indicar que está en desarrollo alguna patología oral.
Porque, es sabido que las infecciones bucodentales, como la gingivitis, periodontitis o candidiasis oral, pueden ir de la mano de una inflamación en la lengua. En consecuencia, es importante visitar al odontólogo en primera instancia para descartar este tipo de lesiones orales, o bien remita a otro especialista para un diagnóstico acertado.
Síntomas asociados a la glositis
La glositis suele aparecer con algunas manifestaciones molestas, donde además de la evidente inflamación lingual, esta viene acompañada de otras alteraciones. Dentro de los principales síntomas está la sensibilidad, dificultad para hablar, masticar y/o tragar, esto se presenta porque son las principales funciones que tiene la lengua, siendo, por tanto, la primera señal de que algo pasa.
La glositis puede presentar también un color rojizo en la lengua, en cuyo caso puede ser por deficiencia vitamínica del grupo B, al contrario, si es muy pálida, puede ser por anemia, producto de un déficit de hierro.
Igualmente, si la lengua, además de inflamada, se torna manchada similar a un mapa, puede ser una glositis de lengua geográfica, de ser este su principal síntoma, es una condición benigna, pero que produce cambios físicos.
¿Por qué puede aparecer la glositis?
La glositis puede ser multifactorial, esto significa que su aparición y evolución puede ser una señal de alguna otra patología, debiendo, en consecuencia, revisar algunos elementos además de la característica obvia, como es la inflamación lingual:
Alergias: de origen diverso, porque puede ser una respuesta del organismo frente a determinados medicamentos, productos de higiene oral, aparatos, prótesis dentales o bien, adictivos alimenticios.
Heridas: puede ser por roce dental, por prótesis u otros de uso reciente, que irritan la lengua progresivamente. Puede deberse también a quemaduras u otros traumas orales, causando picor, dolor, molestias, llagas o aftas bucales.
Alimentos o hábitos inadecuados: puede deberse a exceso de alcohol, tabaco, comidas calientes o picantes.
Síndrome de Sjögren: una patología debido a una alteración del sistema inmune que afecta las glándulas salivares y lagrimales. En consecuencia, tanto la boca como los ojos se resecan, causando roces inusuales de la lengua con la boca.
Cuadro infeccioso: de origen viral o bacteriana, como herpes o cándida oral.
Alteración hormonal: la glositis puede presentar en algunos casos por cambios hormonales repentinos que afectan la cavidad bucal, incluyendo la lengua.
Afecciones cutáneas: se presentan como erupciones variables, capaces de afectar la lengua en forma de glositis. Esto incluye afecciones como el liquen plano oral, eritema multiforme, úlceras aftosas o pénfigo común, o bien por sífilis.
Traumas bucales: muchas veces la glositis es consecuencia directa de golpes o traumas orales que impactan y dañan la lengua.
Genético: eventualmente, la glositis puede obedecer a condiciones subyacentes transmitidas entre generaciones, en cuyo caso, se dice que es una herencia genética. No obstante, ocurren casos clínicos donde esta lesión es espontánea, sin causa específica aparente.
Glositis: diagnóstico
Atendiendo a la diversidad de síntomas y causas de la glositis, el mejor método para identificar y diagnosticar es con el médico y estudios especiales para precisar su origen y tratamiento. Generalmente en la primera fase se realiza una exploración bucal, donde es visible la inflamación lingual y su textura.
Ahora, en cuanto a los exámenes, suelen indicarse análisis sanguíneos rutinarios, así como de orina, a fin de descartar o confirmar los posibles desencadenantes de la glositis.
Glositis: tratamiento
Como todo tratamiento, el objetivo es erradicar o subsanar el origen de la glositis o inflamación de la lengua. En concordancia con su diversidad de causas, se trata de acuerdo al desencadenante, por lo general, desaparece al eliminar o tratar la causa concreta que la provocó.
Si la glositis tiene una fuente patológica, se indicarán fármacos y/o sugerencias para cambiar los hábitos existentes. En primera instancia, se administran analgésicos para mitigar los dolores y otros medicamentos que combatan los patógenos, como antibióticos para tratar las bacterias u hongos causantes de la inflamación.
De haber manifestaciones infecciosas fúngicas, el dentista podría indicar antimicóticos, mientras que si es un proceso viral, lo conveniente serán los antivirales para combatir sus efectos inflamatorios.
Puede ocurrir que mientras se determina la causa de la glositis, haya que evitar temporalmente comidas irritantes de la dieta habitual, entre otras rutinas. De comprobarse una relación alimenticia directa, se requiere cambiar radicalmente el tipo de alimentación e ingerir aquellos suplementos nutricionales carentes en el organismo.
Parte del tratamiento para la glositis, es evitar comidas que irritan la boca, como especias, picantes, calientes, alcohol o tabaco, al tiempo de reducir cualquier elemento que moleste la cavidad bucal, y desencadenar la lesión.
Y no puede faltar en el tratamiento de la glositis, una adecuada higiene oral, que no es otra cosa que cepillar los dientes 2 veces a diario, usar hilo dental y demás productos bucodentales, sumado a las visitas al dentista.
Glositis: prevención
La mejor manera de prevenir la glositis es adoptar una dieta de calidad y saludable, así como evitar hábitos insalubres, ya que se ha determinado que pueden disminuir notablemente el riesgo de padecer este problema lingual, además de otras afecciones orales.
En caso de haber sufrido glositis anteriormente a causa de deficiencias vitamínicas, es importante ingerir complementos nutricionales que suelen bajar en el organismo. Realizarse una limpieza dental profunda y profesional de forma periódica.
Optimizar las rutinas de higiene oral en el hogar para garantizar una lengua sana y una sonrisa saludable, que actúe como prevención natural contra la glositis y otras enfermedades. Igualmente, practicar actividad física moderada regular mejora el estilo y calidad de vida.