Frenillo en la lengua: Descubriendo qué es y para qué
El mundo de la odontología va más allá de los dientes y las encías. A veces, una pequeña membrana en la boca puede desempeñar un papel significativo en nuestra salud bucodental y nuestro bienestar en general. Hoy vamos a centrarnos en el frenillo lingual, un elemento poco conocido pero muy relevante en nuestra boca.
La lengua es uno de las partes más importantes dentro de nuestra boca. Debajo de ella, nos encontramos con el renillo de la lengua. Continua leyendo para saber más.

¿Qué es el frenillo de la lengua?
El frenillo de la lengua es una pequeña banda de tejido elástico que conecta la parte inferior de la lengua con la base de la boca. Su principal función es limitar los movimientos excesivos de la lengua para evitar posibles lesiones. Sin embargo, cuando el frenillo es demasiado corto o demasiado grueso, puede causar problemas en la habla, la alimentación y la higiene oral.
Función del frenillo de la lengua
El frenillo lingual desempeña un papel fundamental en una serie de actividades diarias. Nos ayuda a mover nuestra lengua de manera eficiente, facilitando actividades como hablar, comer y tragar.
Pero, ¿qué pasa si el frenillo es demasiado corto o demasiado grueso? Esta condición se conoce como anquiloglosia o lengua atada. Puede causar dificultades en la pronunciación de ciertos sonidos, problemas para mover los alimentos dentro de la boca y, en los recién nacidos, problemas para amamantar.
Principales problemas con el frenillo de la lengua
Los principales problemas y patologías asociadas al frenillo de la lengua suelen estar relacionados con un frenillo lingual demasiado corto, grueso o rígido, una condición conocida como anquiloglosia o «lengua atada». Esta condición puede presentar varios problemas, entre los que destacan:
- Dificultades de alimentación en bebés: Los bebés con anquiloglosia pueden tener dificultades para succionar y tragar, lo que puede afectar su capacidad para amamantar o tomar el biberón de manera eficaz.
- Problemas del habla: La lengua juega un papel importante en la articulación de ciertos sonidos. Si el frenillo lingual es demasiado corto o rígido, puede dificultar la pronunciación de ciertos sonidos o palabras, lo que a su vez puede afectar el desarrollo del habla en los niños.
- Dificultades en la higiene oral: La lengua es fundamental para la limpieza de los dientes y las encías. Si el frenillo lingual restringe el movimiento de la lengua, puede ser difícil alcanzar todas las áreas de la boca, lo que puede aumentar el riesgo de caries dental y enfermedad periodontal.
- Problemas en la deglución: La anquiloglosia puede dificultar la deglución, lo que puede provocar problemas de masticación y alimentación, e incluso asfixia.
El tratamiento para los problemas asociados al frenillo de la lengua dependerá de la gravedad de los síntomas y del impacto en la calidad de vida del individuo. En algunos casos, pueden ser suficientes los ejercicios de terapia del habla y lenguaje para mejorar la movilidad de la lengua y la pronunciación de los sonidos.
En casos más severos, puede ser necesaria una intervención quirúrgica conocida como frenotomía o frenectomía, en la que se corta o se altera el frenillo para permitir un mayor movimiento de la lengua. Esta operación es generalmente rápida, segura y efectiva para resolver los problemas asociados al frenillo de la lengua.
Cómo identificar un frenillo lingual problemático
Los signos de un frenillo lingual problemático pueden variar según la edad de la persona. En los bebés, puede observarse si tienen dificultades para succionar durante la lactancia o si no ganan peso de manera adecuada. En los niños más mayores y en los adultos, se pueden observar dificultades para pronunciar ciertos sonidos, problemas para mover los alimentos dentro de la boca y molestias o dolor en la lengua.
En la consulta del dentista, podemos identificar un frenillo lingual problemático mediante un examen oral y pruebas de la función lingual. Si fuera necesario cualquier tipo de intervención, nos lo podría indicar mediante este diagnóstico.
Frenillo y problemas en la pronunciación y habla
La lengua es una parte crucial en la producción de muchos sonidos del habla. Un frenillo lingual corto o restringido puede limitar los movimientos de la lengua, afectando así la capacidad de una persona para pronunciar ciertos sonidos y palabras correctamente.
Los sonidos que requieren que la punta de la lengua toque el paladar o los dientes superiores, como los sonidos /t/, /d/, /n/, /l/, /s/, /z/, /r/, y /th/, pueden ser particularmente difíciles para las personas con anquiloglosia. Este problema puede manifestarse de diversas formas, como un habla poco clara, la sustitución de un sonido por otro, la omisión de sonidos en las palabras, o un habla que parece «perezosa» o «deslizada».
Además, la anquiloglosia puede dificultar la habilidad para mover la lengua de manera rápida y precisa, lo que es necesario para hablar a una velocidad normal. Como resultado, una persona con anquiloglosia puede hablar más lento que sus pares o tener dificultades para mantener el ritmo en conversaciones rápidas o al leer en voz alta.
Debemos recordar que no todas las personas con anquiloglosia tendrán problemas de habla. Algunas personas pueden aprender a compensar la restricción de la lengua y desarrollar una pronunciación normal o casi normal. Sin embargo, para aquellos que experimentan dificultades, la terapia del habla y el lenguaje puede ser muy útil. En casos más severos, la intervención quirúrgica para liberar el frenillo (frenotomía o frenectomía) puede ser necesaria.
Tratamiento para el frenillo lingual problemático
El tratamiento para el frenillo lingual problemático depende de la gravedad de los síntomas y del impacto en la calidad de vida del paciente. En algunos casos, puede ser suficiente con realizar ejercicios de lengua y terapia del habla.
En otros casos, cuando los síntomas son graves, puede ser necesaria una frenotomía, una pequeña intervención en la que se corta el frenillo para permitir un mayor movimiento de la lengua. Esta operación puede realizarse con anestesia local y normalmente presenta pocos riesgos.
Preguntas frecuentes sobre el frenillo de la lengua
¿A qué edad se puede detectar un problema con el frenillo lingual?
Los problemas con el frenillo lingual pueden detectarse a cualquier edad. En los bebés, a menudo se identifican durante los primeros meses de vida si presentan dificultades para amamantar. En los niños más mayores y en los adultos, se pueden identificar si presentan dificultades para hablar o comer.
El frenillo lingual problemático puede afectar a la salud bucodental?
Sí, un frenillo lingual corto o grueso puede dificultar una limpieza oral adecuada, lo que puede aumentar el riesgo de caries y enfermedad periodontal.
¿Cómo se realiza la frenotomía?
La frenotomía es una intervención rápida y sencilla. Se realiza con anestesia local y consiste en cortar el frenillo para liberar la lengua. Normalmente, la recuperación es rápida y con pocos efectos secundarios.
¿La frenotomía es dolorosa?
La frenotomía se realiza bajo anestesia local, por lo que el paciente no siente dolor durante la intervención. Tras la operación, puede haber una ligera molestia en la zona, pero generalmente es manejable con analgésicos.
Enfoque final
La salud bucodental abarca más que los dientes y las encías. Elementos como el frenillo lingual pueden tener un impacto significativo en nuestra salud y bienestar. Conocer su función y cómo identificar posibles problemas es clave para mantener una buena salud oral y general. Si tienes dudas sobre tu frenillo lingual o el de tu hijo, no dudes en consultar a tu dentista de confianza.
Referencias
- Hall, D. M. B., and M. J. Renfrew. «Tongue tie.» Archives of Disease in Childhood 90.12 (2005): 1211-1215.
- Wright, J. E. «Review article tongue‐tie.» Journal of paediatrics and child health 31.4 (1995): 276-278.
- Catlin, Francis I., and Virginia De Haan. «Tongue-tie.» Archives of otolaryngology 94.6 (1971): 548-557.
- Brookes, Alastair, and Douglas M. Bowley. «Tongue tie: the evidence for frenotomy.» Early human development 90.11 (2014): 765-768.