Fluorización dental y el uso del flúor en la clínica dental
¿Quién no ha recibido una dosis de flúor en el odontólogo?, con seguridad todos, pero ¿Sabes los beneficios de la fluorización dental y el uso del flúor en la clínica dental? Aquí te decimos para qué sirve, beneficios, acción, cómo fortalece tus dientes y mucho más. Sigue leyendo y descubre algunos datos que quizás no sabías de este maravilloso producto.
¿Qué es el flúor y la fluorización dental?
Para empezar se debe resaltar que el flúor es un compuesto mineral que provee la propia naturaleza. Desde que se descubrió su potencial y beneficios para los dientes, no ha dejado de incorporarse el flúor a casi todos los productos de uso e higiene oral.
Y hablar de la naturaleza, quiere decir, que el flúor está presente en los elementos agua y tierra, además de encontrarse en muchos alimentos y bebidas en diversas concentraciones.
El flúor de uso dental aporta un extra de protección a los dientes, como agente preventivo de la caries dental. Su uso regular fortalece y remineraliza el esmalte, además de ser antibacteriano, por lo que es ideal para evitar o mitigar la proliferación de bacterias causantes del sarro.
Fluorización dental
Se le conoce también como fluoración, corresponde al proceso mediante el cual se aplica a los dientes para fortalecerlos y protegerlos contra los agentes causantes de diversas patologías bucodentales, especialmente la caries, como desencadenante de muchas enfermedades orales. Su uso es de carácter tópico, no se ingiere.
Desde que se descubrieron sus propiedades benignas para la salud bucodental, se ha destinado básicamente al sector odontológico en tratamientos preventivos. Se emplea generalmente en niños, pese a que los adultos lo pueden usar en ciertas patologías.
Beneficios de la fluorización dental
La fluoración o fluorización dental provee diversos beneficios a la salud bucodental del niño, o adulto si el especialista lo considera necesario. Por una parte, el flúor en general, optimiza la resistencia al remineralizar el esmalte, al tiempo de actuar contra las bacterias orales, esto significa, que evita la proliferación bacteriana causantes de la placa y sarro.
Métodos de fluorización dental
Actualmente, buena parte de los productos de higiene bucodental contiene flúor, tales como cremas dentales, enjuagues, hilos, u otros. Pese a ello, cuando se refiere el término fluoración o fluorización dental se habla de una administración de flúor por parte del profesional.
Este profesional suele aplicar el producto fluorado en forma de gel o espuma vertido en una bandeja ajustable a las arcadas dentarias del paciente. Cuya actuación se toma entre 1 y 4 minutos en boca.
Se requiere una aspiración continua, además de no llenar en exceso las cubetas con el producto. Transcurrido el tiempo indicado, el paciente deberá expulsar los restos de la boca.
Generalmente, el odontólogo coloca ese tipo de flúor luego de la limpieza dental, cuyo objetivo es remineralizar y prevenir la caries. Contiene cerca de 10 mil a 12.500ppm (partes por millón) de flúor, y en casos de mayor riesgo y gravedad, se suele usar barniz a base de flúor, como Duraphat, una de las marcas más populares y efectivas del mercado.
Es un tratamiento ambulatorio, sencillo que no genera ninguna molestia. Luego de su aplicación, se recomienda no ingerir bebidas ni comidas o fumar, al menos por 30 minutos después de su colocación.
¿A qué edad se puede aplicar flúor en los dientes?
Por lo general, la edad estimada para fluorizar los dientes es a los 6 años, por ser en esta etapa que la caries comienza a aparecer. Ello pese a que algunos ensayos señalan que la edad recomendada es a partir de los 3 años.
Los especialistas recomiendan los 6 años, con el fin de evitar posibles riesgos de que el niño ingiera el gel. Mientras que en el caso de los adultos, se aplica en condiciones especiales, como pueden ser:
- Existencia de manchas blancas en los dientes, lo que indica que la caries está en desarrollo.
- Pacientes con alta o moderada posibilidad de padecer de caries.
- Pacientes con ortodoncia.
- Como medida preventiva extra, en aquellos casos de comunidades sin acceso a agua fluorada.
- Como método reductor de la sensibilidad dental.
- Cuando existe poca producción de saliva por algún tratamiento o natural.
En todo caso, lo ideal es aplicar gel o espuma fluorada 2 veces al año y en consulta.
Los fluoruros y la fluorosis dental
Los fluoruros se han venido desarrollando en el mercado relacionado con la salud oral, apenas iniciado el siglo XX, se determinó la relación y acción del flúor como medida preventiva de la caries.
Su aplicación masiva resultó de estudios con flúor en dientes dañados, con menos cantidad de fluoruros que los sanos. Igualmente, se comprobó que la existencia de caries era menor en niños que bebían agua potable fluorada, con relación a quienes ingerían agua con baja concentración de fluoruros
A raíz de dichos estudios, se pudo bajar la cifra de caries en niños, en especial, en buena parte de los países industrializados. Porcentualmente, entre un 20 y 50% adoptando fluoración al agua potable de uso doméstico en diversas comunidades.
Al igual que el uso de flúor tópico en escuelas, cuya integración logró cubrir cerca del 90 por 100% de las necesidades de acceso a las pastas dentales.
No obstante, esa realidad ha cambiado, y se han prendido las alertas por una eventual toxicidad crónica a consecuencia del flúor. Esto significa una acumulación de fluoruros, en razón de la exposición prolongada, de los órganos y tejidos del organismo a este mineral.
Este trastorno se le llama fluorosis dental, y tiene lugar generalmente por el consumo de agua con alta cantidad de flúor, es decir, superior al 2 mg/litro/2 ppm (partes por millón).
Los hallazgos que exponen este peligro señalan que pueden tener lugar manchas blancas en los dientes, causadas por la fluorosis. Resaltan además, que el riesgo aumenta cuando la exposición se presenta en la etapa de formación del esmalte.
Mientras que las premisas más recientes, según la organización European Academy of Pediatric Dentistry (EAPD), la consecuencia cariostática de los fluoruros, es promovida mayormente por su poder tópico, y no sistémico, lo que aumenta si se suma una higiene bucodental adecuada.
Es decir, que resulta igual cuando cepillan los dientes en su totalidad con una pasta dental fluorada.
El estudio concluye que actualmente no se justifica usar conjuntamente más de una manera de aplicación sistémica de fluoruro, pues, de no ser así, se fomenta la fluorosis.
Pero si se pueden combinar diversas formas de aplicación tópica de fluoruros (pastas dentales y enjuagues). Y de requerir alguna mezcla de aplicación tópica con el consumo de flúor, se debe acatar rigurosamente las indicaciones del odontólogo.
¿La fluorización dental tiene riesgos?
Es innegable las bondades del flúor a la salud oral, no obstante, de la lectura anterior, se puede deducir que se debe tener cuidado en su dosis. Pues, en grandes cantidades pueden resultar nociva o poner en riesgo la salud bucodental.
De allí la importancia de consultar con el odontólogo acerca de los productos de higiene dental, y alimentación, a fin de que éste evalúe la cantidad de flúor que se está usando. El uso excesivo de flúor puede conllevar a problemas de fluorosis, o manchas en los dientes.
Un dato a tener presente en los hábitos de higiene y alimentación cotidiana, es que el flúor está presente en baja concentración en el agua doméstica, ciertos suplementos dietéticos y diversos productos de higiene bucal, como cremas, enjuagues, entre otros.