¿Es posible no tener caries nunca?
Todos conocemos a alguien que, parece que sin importar lo que coma o cuanto se cepille los dientes, nunca tiene caries. Pero, ¿sabías que además de la higiene, esto puede estar relacionado con el ADN? A continuación, te contamos todas las posibles razones por las cuales un pequeño porcentaje de la población puede que, incluso, no tenga una carie en toda su vida.

¿Por qué hay personas que nunca han tenido caries?
Más allá de una buena alimentación o una correcta rutina de higiene y cuidado dental, hay personas que nunca desarrollan caries. Esta suerte está relacionada con las bacterias. Pues bien, en nuestra boca habitan una extensa variedad de ellas. Algunas podrían marcar la diferencia para una pequeña parte de la población que nunca ha tenido caries.
En este sentido, por predisposición genética, este tipo de personas cuentan con un mayor número de bacterias llamadas ‘Streptococcus dentisani’. Estas pueden considerarse bacterias “buenas”, ya que ayudan a erradicar las que provocan las caries.
Por este motivo, se consideran que tienen una protección adicional para evitar las caries, lo cual complementa a sus cuidados en la salud dental.
Ahora bien, la evidencia científica ha demostrado que cada persona cuenta con una composición bacteriana única. Tal como funciona la huella dactilar. Además, en esta diversidad de bacterias influyen los hábitos alimenticios, de higiene e incluso la edad. En este sentido, la medicina personalizada, conocida por ser la rama que usa la información genética para diagnosticar o prevenir enfermedades, puede traer grandes aportes a la salud dental.
Relación entre la genética y salud dental
Estudios recientes han demostrado que la medicina genética podría marcar el futuro de la odontología. Actualmente, es posible desarrollar tratamientos bucodentales según perfiles genéticos. Para ello, solo se requiere una muestra de la saliva, la cual se estudia hasta obtener toda la información genética del paciente. Posteriormente, con estos datos es posible conocer su riesgo a ciertas enfermedades y reacción ante posibles fármacos.
Por su parte, el perfil genético se trata de una información determinada del organismo, con la cual se puede conocer la predisposición a ciertas enfermedades. Por lo que podría considerar un estudio clave para la prevención.
En este sentido, se puede prevenir enfermedades dentales y, además, encontrar el tratamiento más adecuado para el paciente con el menor margen de error ante reacciones adversas. Sin mencionar que este estudio podría ser clave para obtener información sobre la salud en general del paciente, teniendo en cuenta la premisa de que la salud dental es otra manifestación del estado del organismo en general.
Por otro lado, la terapia genética no es algo totalmente nuevo para la salud dental. Pues bien, desde hace más de 100 años, los especialistas han considerado los antecedentes familiares de un paciente en el estudio de ciertas enfermedades bucodentales. Actualmente, gracias a los avances en ciencia y tecnología, estos métodos se han perfeccionado para obtener información cada vez más precisa.
Además de prevenir las caries, estas alternativas han sido especialmente útiles para tratar enfermedades en las encías relacionadas con riesgo cardiaco. Incluso, para brindar tratamientos a pacientes con intolerancias alimentarias que podrían afectar las mucosas orales.
Importancia de la morfología de los dientes
Además de la evidente ventaja que aportan las bacterias por predisposición genética, otras personas tienen incluso otro punto a favor que les permite nunca desarrollar caries. Se debe a la morfología de sus dientes. En líneas generales, todos los dientes tienen diferentes formas, surcos o crestas, las cuales se consideran normales.
Ahora bien, mientras más desproporcionales sean las formas, surcos o crestas, las bacterias encontrarán más espacios para esconderse en la boca. De hecho, espacios a los que tal vez el cepillo de diente tenga difícil acceso.
De esta manera, se puede concluir que cuanto más lisos, alineados y proporcionales sean los dientes, hay menores posibilidades de caries. La buena noticia, es que esto se puede corregir con ortodoncia y, actualmente, hay tratamientos que se adaptan a todo tipo de pacientes, por ejemplo, la ortodoncia invisible.
El papel fundamental de la saliva
Por su parte, la saliva es el transporte de una completa variedad de minerales, entre ellos, calcio y fosforo. Y, en conjunto con el agua y flúor, ofrecen una protección al esmalte dental de un gran número de bacterias. Entonces, las personas que tengan mayor composición de estos minerales, tendrán menos posibilidades de sufrir de caries.
Por otro lado, la saliva también es capaz de regular el pH de la boca. En consecuencia, cumple una función importante al momento de controlar el nivel de ácidos producidos por la placa bacteriana. En este sentido, la saliva puede cambiar el impacto en los dientes de ciertos alimentos que ingerimos, lo cual es diferente de una persona a otra.
Además, también hay que tener en cuenta que la saliva tiene una función especial para prevenir las caries. Pues bien, es la encargada de diluir los azucares en la boca. Por lo tanto, en pacientes por poca salivación, por ejemplo, personas con xerostomía o boca seca, tendrán mayores posibilidades de tener caries.
Por su parte, la Xerostomía es un trastorno clínico en el cual disminuye los niveles de segregación salival. Sus posibles causas pueden variar entre la ingesta de ciertos medicamentos, padecimiento de algunas enfermedades, estrés crónico, incluso, por hábitos alimenticios o consumo excesivo de alcohol. Entre sus principales consecuencias, este síndrome de la boca seca puede ocasionar caries, en primer lugar, pero además enfermedades de las encías.
Hábitos de las personas que nunca tienen caries
Aunque la predisposición genética puede ayudar, sin duda, este no es el único factor por el cual algunas personas nunca hayan tenido caries. Pues bien, seguramente, han adoptado una serie de hábitos, entre los cuales se puede mencionar:
- Mantienen una ingesta diaria de frutas y verduras: Por lo tanto, le aportan al organismo las vitaminas y minerales necesarios para mantenerse en forma, lo que a su vez repercute en la salud dental.
- Tienen un bajo consumo de azúcar: El consumo de alimentos y bebidas azucaradas son los principales responsables del desarrollo de caries.
- Visitan al odontólogo regularmente: Bien sea para hacer revisiones de rutina o llevar a cabo limpiezas dentales profundas, las visitas recurrentes al odontólogo juegan un papel fundamental en la prevención de caries entre otras enfermedades.
- Se cepillan varias veces al día por al menos dos minutos: Para que el cepillado sea efectivo, debe durar al menos dos minutos. Tiempo necesario para barrer todas las superficies de todos los dientes y limpiar correctamente la lengua. Proceso que se debe repetir después de cada comida.
- Complementan su cepillado con enjuague bucal e hilo de dientes: Estos dos elementos son capaces de aportar una limpieza adicional en cada cepillado. Por lo tanto, son igual de importantes para prevenir las caries.
Importancia de ir con el dentista
Como ha quedado comprobado, cada paciente tiene particularidades que lo hace único en su lucha contra las caries. Y, antes de tomar ciertas medidas, es importante contar con la asesoría de un experto. En cada revisión, este especialista se encargará de estudiar a fondo tu caso y recetar las mejores pastas de dientes, cepillos o enjuagues bucales que se adapten a tus necesidades.