¿El bruxismo se cura?
En las épocas de estrés, levantarse con una sensación de agarrotamiento en la mandíbula, así como con sensibilidad dental o con el cuello tensionado son síntomas más habituales de lo deseable. Se trata a menudo de bruxismo, una dolencia o hábito involuntario que consiste en apretar los dientes o rechinarlos, habitualmente durante el descanso nocturno, aunque puede ocurrir también en las horas de vigilia.

Qué es el bruxismo y qué tipos hay
Hay dos tipos de bruxismo en función de cómo éste se manifiesta. El primero consiste en apretar la mandíbula con gran fuerza, pudiendo llegar a provocar estallido en la zona de las encías, mientras que en el segundo lo que el afectado hace es mover la mandíbula de lado a lado, haciendo así rechinar los dientes debido al rozamiento.
Ambos tipos provocan un desgaste anormalmente rápido en la dentadura, además de un amplio abanico de síntomas como:
- Dolor de cabeza, cuello, mandíbula u oído, además del propio diente.
- Tensión muscular en la zona de la espalda o el cuello.
- Problemas en la articulación temporomandibular debido al esfuerzo anormal.
- Sensibilidad al frío, el calor o los dulces en los dientes.
- Fracturas y desgaste en las piezas dentales.
Si aparece cualquiera de estos síntomas, es importante acudir cuanto antes a la clínica dental para recibir observación y tratamiento por parte de un profesional, que pueda evitar daños mayores por el desgaste y la presión.
Es fácil reconocer que se trata de bruxismo cuando el dolor y las molestias van en aumento durante varios días, ya que la tensión suele prolongarse e incluso acentuarse, motivo por el que es vital actuar lo más rápido posible.
Causas del bruxismo
Todavía no se conocen las causas del bruxismo en profundidad, aunque sí sabemos que uno de los principales desencadenantes es el estrés. Bajo situaciones o periodos de especial incidencia del estrés es común que aparezca el bruxismo nocturno, al punto de que aproximadamente el 50% de la población llega a experimentarlo en alguna de sus formas en algún momento.
Para identificarlo es muy útil mantener los exámenes semestrales o anuales en el dentista de forma periódica, pues así podrá identificarse el desgaste o problema en cuanto surja y evitar que el daño se agrave.
¿Se puede curar el bruxismo?
Dado que lo único que sabemos actualmente de sus causas es que suele estar relacionado con el estrés, el bruxismo puede tratarse en cuanto aparece para paliar sus síntomas, pero no hay cura definitiva.
El tratamiento que más se utiliza actualmente es el uso de una férula de descarga, una protección de material relativamente blando que evita que los dientes puedan dañarse entre sí durante el suelo. La férula provoca también la desaparición del dolor de mandíbula y cabeza, pues acaba en gran medida con la presión.
Otros tratamientos de refuerzo habituales son los de relajación, que incluyen masajes faciales y son muy útiles como terapia alternativa y adicional, pues combaten el estrés o ansiedad que suelen ser fuente del bruxismo.
Por supuesto, llevar un estilo de vida saludable, con una alimentación equilibrada, descanso suficiente y ejercicio físico regular ayudan también en gran medida contra este problema precisamente por su capacidad de combatir el estrés. De hecho, esta es la mejor opción incluso de forma preventiva, evitando así su aparición.
Referencias
- Johansson, Anders, Ridwaan Omar, and Gunnar E. Carlsson. «Bruxism and prosthetic treatment: a critical review.» Journal of prosthodontic research 55.3 (2011): 127-136.
- Thompson, B. A., B. W. Blount, and T. S. Krumholz. «Treatment approaches to bruxism.» American family physician 49.7 (1994): 1617-1622.
- Singh, Punit Kumar, et al. «Evaluation of various treatment modalities in sleep bruxism.» The Journal of prosthetic dentistry 114.3 (2015): 426-431.