¿Cuándo hay que cambiar de cepillo de dientes?

Es un verdadero dilema saber ¿cada cuánto hay que cambiar de cepillo de dientes?, no solo por parte de los usuarios, sino también por la comunidad de dentistas en el mundo. Muchas veces es difícil, porque va en función del uso, de la salud y preferencias personales. Seguramente leyendo este post te percatas que es tiempo de cambiar el tuyo.
¿Qué tan seguido cambiar de cepillo dental?
Ante la disyuntiva sobre el tiempo estimado para cambiar de cepillo dental, la comunidad de odontólogos adoptó una regla de aceptación general, a raíz de algunas investigaciones al respecto, evidenciándose que en la última década la norma dicta que debe cambiarse entre 3 a 4 meses.
Estos estudios demostraron que transcurridos 3 meses de uso regular, el cepillo dental suele perder su efectividad en la remoción de placa dental y encías, con relación a uno nuevo. Pues, las cerdas pierden fuerza o se ablandan, por tanto, no llegan a áreas difíciles o bordes del diente.
En sintonía con los profesionales de la salud oral que sugieren reemplazar el dispositivo dental cada 3 meses, la Asociación Dental Estadounidense también suscribe su sustitución al 3 ó 4 mes de uso, incluso antes, si los filamentos se debilitan o deshilachen.
Cambiar el cepillo de dientes o cabezal previene enfermedades
La mayoría de estudios clínicos sugieren el cambio del cepillo dental luego de un resfriado, cuadro gripal o infección oral, ello en razón que las bacterias suelen solaparse en sus cerdas y reactivar la infección. Y sin haber enfermado, los hongos y microbios pueden hallar en los cepillos el hábitat ideal para propagarse, sin duda, razón para cambiarlo regularmente.
Cabe mencionar, que las cerdas del cepillo dental no pueden erradicar las bacterias que viven en la cavidad bucal, tampoco permite proteger la boca de enfermedades, o evitar enfermarse. De allí la importancia de cambiar el cepillo regularmente, pues esto es garantía de una mayor efectividad del dispositivo, y proveer una rigurosa limpieza oral, sin importar el tipo de cepillo que se use, sea manual o eléctrico.
Adicionalmente, cuando se padece o ha sufrido de caries, el cepillo de dientes guarda las cepas bacterianas cariogénicas, como el estreptococo mutans o lactobacilus, que se reproducen a diario.
En estos casos, primeramente se debe atender la caries y luego desechar el cepillo dental en uso hasta ahora, no importa que sea nuevo o no tenga los 4 meses de uso.
¿Hay que esperar a que el cepillo de dientes se desgaste para cambiarlo?
De ninguna manera, no se debe esperar el desgaste del cepillo para cambiarlo, de ser así, con toda seguridad ya habrá bacterias acumuladas. Por lo general, a los 3 meses los cepillos tienden a aflojarse, aunque si el cepillado es vigoroso, puede que se dañe antes, debiendo cambiarse.
¿Cuál es el riesgo de no cambiar el cepillo de dientes?, como bien se indicó, atacan las infecciones orales producidas por hongos y bacterias alojadas en los filamentos del dispositivo de higiene bucodental.
Una limpieza bucodental adecuada, es decir, cepillarse los dientes con cada comida y suavemente, van debilitando y doblando las cerdas del cepillo. De tal manera, que un aseo idóneo demanda cambiarlo para prevenir su envejecimiento y deformación, además de la contaminación bacteriana.
Mientras que un cepillo dental en buen estado, coadyuva en la prevención y combate de la caries y lesiones en encías, etc.
Pero suele ocurrir, que por pereza se use un mismo cepillo dental, porque se ve bien y pudiera perdurar, alargando su vida útil. Sin embargo, la norma general manda a desechar este instrumento a los 3 ó 4 meses, porque la proliferación de bacterias perjudica la salud oral integral.
¿Qué pasa si te cepillas los dientes 2 veces a diario en vez de 3? ¿Puedes prolongar la vida útil del cepillo?, ciertamente, los filamentos durarán más. No obstante, las bacterias no lo harán y un cepillo viejo es causante de enfermedades periodontales.
Tampoco se recomienda guardarlo con un capuchón, puesto que ello impide su secado, por lo que lo mantiene húmedo, siendo un cultivo de bacterias.
Cuidados del cepillo dental
La mejor forma de mantener el cepillo dental en óptimas condiciones es asegurar su secado después de cada uso. Pues, como bien se señaló, estos pueden alojar microbios, hongos y bacterias, los cuales progresan con la humedad.
Por tanto, luego del aseo oral, se debe sacudir el cepillo con fuerza en el grifo del agua y colocarlo verticalmente para que se airee.
Igualmente, una manera de prevenir la transmisión entre cepillos de virus y bacterias (como gripa o catarro), conviene alejarse unos de otros. Por ello, invertir en un cepillero vertical es lo más inteligente, porque así se preserva la salud de la familia.
Es indudable que los cepillos dentales desempeñan un rol importante como transmisores de diversas patologías, al tiempo de potenciar el riesgo de infecciones, puesto que sirven de reservorio de convivencia de microorganismos.
En este caso tiene lugar una contaminación cruzada, debido a la retención y proliferación de bacterias infecciosas en el cepillo de dientes. Dicha infestación se lleva a cabo al poco tiempo de su uso, aumentando progresivamente mientras se va usando.
De tal manera, que se debe ratificar la importancia del recambio del cepillo dental luego de superar cualquier enfermedad. Esto es vital, ya que las bacterias infecciosas tienen la capacidad de mantenerse o sobrevivir en el cepillo, causando eventuales recaídas.
Pérdida de eficacia de las cerdas
Con el uso, el cepillo de dientes va deteriorando sus filamentos, por tanto pierden su efectividad y objetivo funcional, en especial aquellas áreas de difícil acceso. En consecuencia, el cepillado ya no limpia, pudiendo incluso desgastar el esmalte dentario o dañar las encías.
Ello sin dejar de mencionar, que sus cerdas deterioradas potencian la contaminación bacteriana. Se ha demostrado que un cepillo en mal estado no es efectivo para erradicar el biofilm dental, principal causante de caries. Por tanto, los profesionales sugieren:
- Evitar el uso del cepillo dental si se perciben las primeras señales de desgaste (las cerdas se abren como un abanico).
- Cambiar de cepillo frecuentemente, al menos a los 3 meses, especialmente el de los niños o personas con ortodoncia.
¿Cómo proteger el cepillo de diente cuando se viaja?
Se recomienda que durante los viajes usar un forro plástico protector de cerdas del cepillo, esto evita que se aplanen con el equipaje. No obstante, luego de cada cepillado, igualmente hay que dejarlo ventilado para que seque, esto ayuda en la reducción de gérmenes.
Igualmente, es importante adoptar el hábito de comprar cepillos dentales para toda la familia varias veces al año, a fin de asegurar su recambio a los 3 ó 4 meses. Y aunque la frecuencia para cambiar de cepillo depende de algunos factores, lo ideal es disponer de un cepillo de dientes nuevo guardado.
¿Todos los cepillos dentales necesitan cambiarse?
En el mercado existen básicamente 2 tipos de cepillos de dientes: manuales y eléctricos. Cada persona, según sus preferencias, elige el que más convenga de acuerdo a sus necesidades. Y sí, ambos requieren recambios.
El cepillo de dientes manual es fácil de llevar consigo, y siempre está presto para su uso cuando se necesite. No es ruidoso, y permite controlar la presión en los dientes y encías, suele desgastarse más rápido, por tanto, un cambio más frecuente.
En tanto, los cepillos dentales eléctricos requieren carga, por consiguiente transportarlo es más complicado. No obstante, ofrece movimiento rotatorio que facilita la higiene oral, además algunos cuentan con sensores inteligentes que garantizan un cepillado preciso y suficiente, sin tanta presión.