Cómo el sistema nervioso central puede afectar a tu boca
La relación del sistema nervioso con la boca es más compleja de lo que se cree. Pues bien, además de todas las sensaciones que se obtienen con el sentido del gusto, nuestra salud bucodental podría influir, en gran medida, en la salud general debido a esta estrecha relación. A continuación, te contamos los detalles.
Relación entre el sistema nervioso y la boca
El sistema nervioso se encarga de regular todos los órganos del cuerpo. Este se puede definir como un conjunto de células que conducen señales eléctricas. Específicamente, las neuronas cumplen la función de recibir, procesar y transmitir información a través de señales químicas.
Ahora bien, estas señales químicas son el resultado de estímulos del entorno, o bien, estímulos internos, por lo que el sistema nervioso procesa una respuesta ante cada situación.
Es importante tener en cuenta que el sistema nervioso se divide en la rama simpática y la parasimpática. En primer lugar, la rama parasimpática regula la correcta comunicación entre el cerebro y el cuerpo. Mientras que la rama simpática se activa cuando nos encontramos en situaciones amenazantes. Por ejemplo, la presión arterial la aumenta la rama simpática, mientras que la parasimpática la disminuye.
En este sentido, ambas ramas del sistema nervioso se equilibran y se complementan. Sin embargo, cuando por alguna razón este equilibrio se distorsiona, uno de los órganos más vulnerables a esta desregulación es la boca.
Pues bien, diversos estudios indican que hasta un 46% de los nervios sensoriales responsables del control motor y de la sensación corren por el rostro.
En este sentido, también hay una compleja relación entre cualquier disfunción en la boca con el sistema nervioso. Por ejemplo, al masticar, respirar o deglución. En este sentido, si se realiza alguna modificación como extracción, infección o inflamación, esto puede provocar una interferencia nerviosa que desactiva la rama parasimpática y, al mismo tiempo, estimula la rama simpática.
Ahora bien, la hiperestimulación del sistema nervioso simpático conlleva dolencias como dolor mandibular, bruxismo, mal-oclusión, problemas de ronquidos, síndrome boca ardiente o contractura de espalda. Incluso, afecciones más allá de la cavidad bucal como migrañas, dolor de cabeza, cervicales y lumbares, molestias en los oídos, vértigos, acufenos, inestabilidad, hipocondría, estrés, ansiedad, depresión, alteración sueño, problemas gastrointestinales, etc.
Incluso, parte de la relación de los nervios con la boca queda en evidencia debido a que enfermedades cardíacas, la diabetes y las afecciones inflamatorias crónicas se han relacionado con problemas de salud bucal. Por lo que los nervios presentes en la boca se conectan con todos los órganos del cuerpo.
Nervios de la boca
Diversos estudios comprueban que la relación entre el sistema nervioso y la boca es aún más compleja. Pues bien, la rama mandibular es parte de un nervio llamado nervio trigémino. Este nervio se compone de 3 ramas nerviosas, siendo la mandibular la más grande. Ahora bien, este es el responsable de la sensación en la parte inferior del rostro, incluyendo dientes, lengua, músculos de masticación, entre otros músculos faciales. Por lo tanto, gracias a este nervio es que podemos hablar, tragar, masticar, incluso, respirar.
En la boca tenemos tres ramas principales del sistema nervioso, las cuales son responsables de toda la sensación en la boca. La parte inferior de la nariz y la parte superior de la boca tienen una rama principal llamada nervio maxilar. El nervio aveolar superior se ramifica desde el nervio maxilar y proporciona sensibilidad a los dientes superiores y la línea de las encías circundantes. La mandíbula inferior y la lengua obtienen la innovación nerviosa de la rama mandibular. Desde el cual, el Nervio Alveolar Inferior inerva el mentón y los dientes inferiores, mientras que el Nervio Lingual le da a la lengua sus diversas sensaciones. Cada rama mencionada es una rama del nervio trigémino principal.
Ahora bien, en procedimientos dentales se procede a bloquear este nervio, por lo que se le administra anestesia local, bien sea en tópico o en inyección.
Influencia de la mordida en la salud en general
La mordida y, específicamente, la posición de cada uno de los dientes tiene una importante influencia en la salud en general, considerando toda la relación de los nervios en la boca. Por ejemplo, rellenar una caries es uno de los procedimientos más rutinarios en los consultorios odontológicos. Sin embargo, si el empaste no se lima correctamente, este podría causar cambios en la mordedura.
Por su parte, un cambio en la mordedura, por muy ligero que sea, es capaz de ejercer una cantidad de presión anormal en la mandíbula. En consecuencia, presión que también se proyectará en el resto de los huesos y nervios que conforman el cráneo. En este sentido, los empastes podrían ser una causa no diagnosticada de dolor de cabeza, incluso, parálisis.
Por este motivo, es de vital importancia acudir a los profesionales más capacitados, ya que incluso los procedimientos más rutinarios pueden llegar a tener grandes implicaciones a nivel de la salud general.
Relación entre nervios de la boca y el corazón
Está comprobado que el corazón y la boca se encuentran estrechamente conectados. Por ejemplo, si en la boca hay un proceso inflamatorio, este puede llegar a afectar también al corazón. Entre los riesgos hay que destacar la presión arterial alta, enfermedades cardiacas o inflamación arterial.
En este sentido, corregir problemas de salud dental, reduce considerablemente los riesgos de complicaciones con respecto a enfermedades cardiacas.
Relación entre nervios de la boca y diabetes
Como es bien conocido, hay una gran relación entre la boca y la diabetes. Pues bien, cuando una persona tiene problemas de salud dental, es más propensa a desarrollar diabetes. Por su parte, los altos niveles de azúcar en la sangre pueden ocasionar dolor en los nervios y pérdida de sensibilidad en las manos y los pies.
Por lo tanto, para las personas más propensas a sufrir esta enfermedad, es importante mantener una óptima higiene dental y programar visitas regulares con el dentista.
Importante de elegir un dentista en el que confíes
Sin duda, los nervios presentes en la boca nos pueden brindar de infinitas y placenteras sensaciones. Desde el sabor en cada alimento o bebida que ingerimos, hasta sentir el suave tacto de nuestros dedos en la cara. Sin embargo, la complejidad de esta relación también puede implicar ciertas complicaciones.
Pues bien, cualquier daño en algún nervio de la boca puede afectar negativamente la salud en general. Incluso, aunque la causa del mismo, como se ha mencionado anteriormente, sea un sencillo procedimiento de rutina.
Por este motivo, lo más sensato, es dejar la salud de nuestros dientes y boca en las manos de los mejores profesionales. Esto implica tener un dentista experimentado en el que pueda confiar no solo la salud o la apariencia de sus dientes, sino su tranquilidad al saber que este profesional conoce a la perfección la anatomía de su boca.