Articulación temporomandibular (ATM) y sus problemas en la boca
Cada hueso tiene un rol fundamental en el organismo, pero la cara tiene algunos huesos y articulaciones que permiten cumplir funciones vitales. Dentro de estos está la articulación temporomandibular o ATM y sus problemas en la boca, puesto que se comunican con la mandíbula y lateral de la cabeza, permitiendo hablar, masticar y bostezar, una función necesaria para la vida diaria.
¿Qué es la articulación temporomandibular o ATM?
La articulación temporomandibular, o sus siglas ATM, es una unión que actúa como una especie de bisagra, que se desliza entre la mandíbula y los laterales del cráneo. Son 2 pares, una a cada extremo de la cabeza, exactamente frente a los oídos, cuya tarea es vital para la vida.
Cuando esta articulación temporomandibular cumple su función correctamente, la persona puede hablar, masticar, abrir y cerrar la boca, bostezar, etc. Lo que deja ver su importancia para un adecuado desempeño funcional.
Ambas articulaciones temporomandibulares, cuando no funcionan bien, aparecen limitaciones, alteraciones molestas y dolorosas con la movilidad mandibular, puesto que se componen de elementos básicos como:
En este sentido, cuando los dientes no están bien alineados en las arcadas superior e inferior, la mandíbula suele desnivelarse buscando un mejor ajuste, y es cuando la articulación temporomandibular se atrofia y causa dolor con el movimiento.
La articulación temporomandibular es una estructura compleja de músculos, ligamentos, discos y huesos, cuyo equilibrio permite realizar movimientos de la mandíbula de abajo hacia delante, atrás y hacia ambos lados. Por ello, cualquier problema o desajuste que impida su función normal, representa una alteración de dicha ATM.
Dado su complejidad, estas disfunciones craneomandibulares en el campo clínico se acuñan para definir y tratar todos sus síntomas y signos, que tienen lugar cuando se altera el normal desempeño del sistema de masticación, puesto que quien lo padece, presenta alteraciones temporomandibulares dolorosas en los músculos circundantes.
Según los datos más recientes relacionados con el desequilibrio de la articulación temporomandibular, las cifras de personas que la padecen alcanza casi el 9% en jóvenes y hasta el 17% en mayores.
Tipos de alteraciones de articulación temporomandibular
Los desórdenes de la ATM o articulación temporomandibular, suelen venir acompañados de dolor y disfunción muscular responsables del movimiento de la mandíbula. Es una disfunción con mayor prevalencia en mujeres entre 20, 40 o 50 años. Rara vez afecta a los bebés, en cuyo caso, nacen con esta anomalía. En general, se distinguen 3 tipos:
Dolor Miofascial
Se presenta en personas con articulaciones temporomandibulares normales. Y es producto de tensiones, agotamiento o espasmos muscular masticatorio, desencadenando dolor en la mandíbula y, generalmente, limitaciones de movilidad mandibular.
Asimetría interna
Es la afectación más habitual de disfunción de la articulación temporomandibular. Y obedece a dislocamiento del disco o mandíbula y mala alineación. Aparece con dolor localizado y ruido con el movimiento.
Alteraciones degenerativas e inflamatorias
En este caso particular, se presentan como alteraciones que limitan la función normal de la articulación temporomandibular, por condiciones inflamatorias como artritis, artrosis u otras de tipo degenerativo.
Causas de problemas en la articulación temporomandibular o ATM
El origen exacto del desorden de la articulación temporomandibular, todavía no está bien determinado, en virtud de sus múltiples síntomas. Los especialistas creen que el dolor se puede deber a un conjunto de factores, incluyendo el hereditario, artritis o daños en la mandíbula.
Se piensa, igualmente, que ciertas personas que padecen dolores mandibulares es por demasiada presión o trillado dental (bruxismo), pese a que existen casos de bruxismo que no presentan alteración en la articulación temporomandibular.
En algunos casos, el dolor e incomodidad relacionados con trastornos de la articulación temporomandibular o ATM son transitorios, y se alivian con medicamentos genéricos. Los más severos, puede optarse por la cirugía como último recurso. A cuyos fines, el especialista evaluará los siguientes factores:
- Desórdenes congénitos y desarrollo: permiten la evolución de condiciones relacionadas con aplasia, hipoplasia e hiperplasia.
- Maloclusiones: es un tipo de desorden de oclusión, que impacta el cartílago articular temporomandibular, desencadenando problemas musculares, dolores de cabeza y ciertas disfunciones al transcurrir el tiempo sin atención.
- Desequilibrio del cóndilo/disco: esto altera la anatomía y causa movimiento y desajustes del disco.
- Patologías asociadas al metabolismo.
- Infecciones diversas.
- Subluxación condilar: es un desajuste con o sin movimiento por laxitud y debilitamiento de ligamentos. Se asocia al abrir demasiado la boca. Generalmente, si demora mucho, produce dolor y limitaciones para cerrar la boca.
- Patologías neurológicas.
- Desórdenes musculares: esta condición genera dolor miofascial, miositis, espasmos y contracturas.
- Pérdida de dientes: esto lleva a que el hueso maxilofacial pierda densidad, y con el tiempo, dificulta el desempeño de la articulación temporomandibular.
- Traumatismos: en caso de golpes, pueden presentarse fracturas, desgarros o roturas articulares.
- Neoplasias.
- Osteoartritis.
- Adherencias disco/condilar y disco/fosa.
- Anquilosis: tiene lugar cuando se pierde el movimiento articular debido a la fusión de los huesos articulares o por calcificación en los ligamentos. Generalmente, se presenta debido a lesiones o infecciones, y puede ser de nacimiento o por artritis reumatoide.
- Sobrecarga física.
- Estrés o depresión: este tipo de desequilibrio puede acarrear problemas físicos de la estructura articular, y en consecuencia rechinar los dientes o bruxismo.
- Procesos inflamatorios: como la capsulitis y sinovitis en la articulación temporomandibular.
Síntomas de alteraciones en la articulación temporomandibular
Teniendo en cuenta la larga lista de causas que pueden alterar la articulación temporomandibular, conviene estar atentos a sus síntomas. En general, esta condición afecta el área del rostro y cuello, principalmente, porque algunas veces los signos pueden pasar desapercibidos o atribuirse a otros problemas.
Su sintomatología suele ser recurrente, altamente molesta y llevar a importantes limitaciones en las funciones de masticación y fonético, causando.
- Dolor de oídos, presión y zumbidos.
- Molestias o dolor en la mandíbula.
- Dolores en cuello, hombros y/o espalda.
- Dolor al bostezar, al abrir la boca o masticar
- Ruidos o chasquidos articulares menores al abrir y cerrar la boca.
- Cambio repentino en la alineación o acople de dientes superiores e inferiores unos con otros.
- Dolor al tacto.
- Dolores difusos más o menos molestos al masticar.
- Dificultad o pérdida del movimiento habitual de la boca, en razón de las limitaciones variables de apertura con desviación mandibular; se traban, cierran o salen de su lugar.
- Disfunción total de la articulación temporomandibular.
- Dolores de cabeza crónicos por sobrecargas musculares del cuello, por estrés, artritis o chasquidos.
Diagnóstico de alteraciones temporomandibulares
El especialista realiza una evaluación física y clínica completa del paciente con alteración en la articulación temporomandibular, revisando el historial y explorando los síntomas de la persona.
Esta primera exploración física y clínica se complementa con estudios y pruebas especiales para descartar infecciones, artritis u otras patologías asociadas a la articulación temporomandibular. En general, su diagnóstico prevé los siguientes estudios:
- Resonancia magnética nuclear (RMN).
- Radiografías y/o tomografía computarizada (TC) para confirmar el diagnóstico.
- Palpación con una aguja en la articulación temporomandibular y analizar el líquido.
- Pruebas del sueño polisomnografía.
- Exploración odontológica o más especializada.
- Otras según el caso.
Tratamiento de la alteración en la articulación temporomandibular
El tratamiento correctivo de las alteraciones en la articulación temporomandibular, dependerá de su causa. No obstante, actualmente existen 2 tipos de terapias comunes a todos sus síntomas: prótesis bucal (férula o protector bucal) y analgésicos, como antiinflamatorios no esteroideos para mitigar el dolor. Adicionalmente, el médico evaluará otras opciones como:
- Terapias de autoayuda.
- Fisioterapia o rehabilitación.
- Cirugía (si los tratamientos convencionales no funcionan).
- Otros fármacos (relajantes musculares, somníferos o botulínica).