Alzheimer y enfermedad periodontal
Lo que era una sospecha desde años, los últimos estudios señalan que ciertas patologías orales pueden desencadenar problemas cognitivos, que afectan principalmente a las personas mayores. El Alzheimer y la enfermedad periodontal, aunque no significa que se cure, es esperanzador saber que se puede frenar cuidando la salud oral. Sigue leyendo, y veamos como eventualmente evitar o mejorar esta condición.

El Alzheimer
El Alzheimer se plantea clínicamente como un tipo de alteración mental, cuyos efectos van destruyendo progresivamente la capacidad natural de la memoria y pensamiento de quien la padece, llegando a dificultar seriamente la habilidad de realizar cualquier tarea por sencilla que sea.
En casi todos los casos, los primeros signos se desarrollan tardíamente, pudiendo justificar, de alguna manera, que millones de personas mayores de 65 o más años padecen de Alzheimer en el mundo.
Relación del Alzheimer con enfermedades periodontales
Los últimos aportes de la Sociedad Española de Neurología indican que solo en ese país se contabilizan más de 800 mil personas con Alzheimer, debiendo sumar anualmente cerca de 40 mil nuevos casos. Mientras que en EE.UU ocupa la séptima causa de muerte, por referir solo dos países, ya que tiene un comportamiento similar en el resto del mundo.
Las tasas de afectación son superiores, considerando además que el Alzheimer es un tipo patología altamente infradiagnosticada, por lo que se estima cerca del 30 y 40% de casos no son detectados, pudiendo alcanzar un 80% de casos en su etapa temprana, es decir, que sus síntomas son difíciles de disociar de los habituales olvidos.
Ahora bien, según los estudios más recientes señalan que el Alzheimer puede retardar su aparición con buenos hábitos orales, además actividad física, dieta saludable, no fumar, así como el control cardiovascular, mantener activa la habilidad cognitiva y relacionamiento social.
Lo que dicen las investigaciones sobre el Alzheimer y periodontitis
Los diversos estudios sobre las enfermedades mentales y periodontales señalan una estrecha relación con el avance y/o aparición del Alzheimer y ciertas infecciones orales, como la periodontitis.
Este hecho abre las compuertas a un nuevo factor de riesgo perfectamente controlable, y por tanto, pudiera trabajarse para frenar la incidencia de este tipo de demencia que afecta a millones de personas en el mundo.
Cada vez hay más evidencias científicas sobre la influencia de la inflamación en la etiopatogenia de la enfermedad de Alzheimer. Donde aseguran los investigadores, que las moléculas que producen la inflamación producto de infecciones periodontales, pudieran incrementar las moléculas inflamatorias en el cerebro.
En este sentido, los estudios en progreso señalan que las bacterias periodontales, como Porphyromonas gingivalis, producen inflamaciones por tratarse de una bacteriemia, endotoxemia o transmisión de factores virulentos a la sangre.
Estos pudieran guardar relación con el origen o progresión del Alzheimer, donde en caso de comprobarse esta teoría científica clínica, se podría concluir, que si se trata la enfermedad periodontal, disminuiría su incidencia en el desarrollo del Alzheimer.
Tales premisas no se formulan aisladamente, puesto que es una realidad, que los pacientes con Alzheimer por su misma condición, presentan una salud oral bastante deteriorada, la cual suele empeorar progresivamente mientras avanza la demencia.
Este triste, pero real contexto, pudiera guardar relación bidireccional entre la periodontitis y la demencia. Y mientras merma la capacidad cognitiva progresiva del Alzheimer, también se limitan los hábitos de higiene bucodental.
Una salud oral deteriorada y afectada desencadena un proceso inmunoinflamatorio severo y sistémico a la periodontitis de segundo nivel, por lo que puede desencadenar fenómenos neuroinflamatorios que favorecen la aparición o empeora la enfermedad de Alzheimer.
Algunas investigaciones sobre la enfermedad periodontal y el Alzheimer
Los científicos revelaron en 2018/19, nuevos hallazgos de lo que puede ser un verdadero avance para entender y tratar el Alzheimer. El estudio se publicó en la revista Science Advances, donde se dieron a conocer evidencias acerca de la relación existente entre la bacteria de una lesión común de las encías, conocida como periodontitis, y personas con Alzheimer.
Los autores precisaron que las nuevas evidencias suponen una esperanza para combatir el Alzheimer, que hasta ahora no tiene cura, y cuyo tratamiento tiene una eficacia limitada.
¿Significa entonces que hay que preocuparse más por la salud oral?, en efecto, puesto que en el análisis del tejido cerebral, fluido cefalorraquídeo y saliva de pacientes vivos y fallecidos diagnosticados con Alzheimer, sugieren una estrecha relación.
Ello en razón que luego de analizar los cerebros de sujetos con alzhéimer, estos portaban bacterias asociadas a Porphyromonas gingivalis, principales agentes causantes de periodontitis crónica.
Las lesiones de las encías inician con una inflamación gingival, y de no tratarse, evoluciona en periodontitis. La experiencia en ratones confirma que estas bacterias se trasladan a la cavidad bucal y al cerebro, luego de lo cual se convierten en un tipo de proteína tóxica, bautizada como gingipain, capaz de destruir las neuronas.
Este cuadro bacteriano puede aumentar la producción de beta amiloide, un elemento existente en las placas amiloides, y su acumulación se suele asociar al Alzheimer.
Se ha probado en ratones con fármacos bloqueadores de estas proteínas tóxicas, descubriendo su capacidad para detener la degeneración cerebral. Este esperanzador cuadro ofrece un nuevo marco teórico para tratar el Alzheimer, afirma la investigación.
Actualmente, los científicos desarrollan una nueva medicación, basada en los hechos, con la esperanza de establecer la base para un tratamiento para las personas, así como un plan de ensayo clínico para probar en individuos con Alzhéimer en estado leve a moderado.
Alzheimer & periodontitis: enfermedades estrechamente prevalentes
Cabe destacar, que indistintamente de los nuevos hallazgos, es irrefutable la habitual convivencia entre ambas enfermedades: Alzheimer y periodontitis. En razón de otros estudios importantes que asocian la enfermedad de las encías y la demencia.
Según publicación del 2018, un estudio taiwanés reveló que las personas con un historial entre 10 o más años con periodontitis crónica, o propensas a esta enfermedad, tienen mayor riesgo en un 70%, que quienes no la padecen, por tanto, tiene menos probabilidad de desarrollar Alzhéimer.
Otro estudio similar halló que personas con Alzhéimer leve o moderado las encías enfermas, quienes tuvieron un rápido deterioro cognitivo, en relación con quienes no las tenían
Actualmente, en España, se estima una presencia del Alzheimer entre un 4 a 9%, donde el factor de riesgo más significativo es la edad, en virtud que su incidencia dobla su incidencia cada quinquenio, y luego de los 65 años.
En cualquier caso, la demencia repercute significativamente en su morbilidad, mortalidad y discapacidad, sin dejar de mencionar su gran impacto social debido al nivel de dependencia, porque es la familia quien asume el 80% de los casos, afectando así su salud y calidad de vida.
Mientras que la periodontitis, como patología inflamatoria, es de carácter infeccioso y de origen bacteriano que degenera los tejidos de soporte dental, hasta llegar a destruir progresivamente la integridad oral.
Y de no haber tratamiento oportuno, irremediablemente se caerán los dientes. Por citar un país con incidencia de problemas dentales, España, un estudio epidemiológico realizado en 2018 a una muestra conformada por trabajadores, el 38.4% presentó periodontitis, con mayor incremento en un 65.1%, en mayores de 55 años.
La razón de tal volumen de afectación, se debe fundamentalmente a que las enfermedades periodontales son asintomáticas hasta cierto punto, o grado de avance. Y en su fase inicial además, no se ha comprobado su efecto en las habilidades cognitivas y de conducta.
En definitiva, es importante mantener y procurar una adecuada salud bucodental general, y adoptar medidas para reforzar los hábitos de aseo oral en personas mayores, como medidas preventivas, porque el Alzheimer suele estar relacionado con diversas afecciones orales, que pueden deteriorar su salud.