Ácido alendrónico y su efecto en la salud de la boca
Los fármacos con bifosfonatos son medicamentos de uso masivo, debido a su gran aporte y efectividad para tratar múltiples afecciones óseas. Pero también tiene inmerso numerosos efectos adversos, especialmente para la cavidad bucal/dental. En este post encontrarás todo lo relacionado con el Ácido alendrónico y su efecto en la salud de la boca. ¡Sigue leyendo y toma nota!
¿Qué es Ácido alendrónico y para qué sirve?
El Ácido alendrónico es parte de los fármacos asociados a los bisfosfonatos. Por tanto, su formulación contiene un agente activo. Es decir, que contiene Alendronato sódico Lacer.
Se concibe como uno de los medicamentos no hormonales de mayor uso mundial, denominados bifosfonatos., normalmente indicado para tratar diversas lesiones asociadas al sistema óseo.
Se indica especialmente a la población femenina en la etapa post menopáusica, como coadyuvante en la reconstrucción ósea, porque reduce el riesgo de sufrir fracturas de columna y cadera.
El Ácido alendrónico y sus similares tienen la capacidad de detener la pérdida ósea, impidiendo la pérdida de hueso y aumentando su masa en casi todas las féminas. Incluso, aunque estas no puedan apreciar la diferencia, al tiempo reducen las fracturas óseas.
Las reducciones de fracturas se han evidenciado principalmente en las vértebras, y en menor proporción en la cadera.
En términos generales, el Ácido alendrónico en sus distintas versiones, se prescribe en el tratamiento de la osteoporosis luego de la entrada en la menopausia, en razón de poderosa acción para prevenir fracturas en los huesos.
Para entender mejor el trabajo del Ácido alendrónico, hay que entender cómo funciona la osteoporosis. Se trata entonces de una condición ósea que adelgaza y debilita los huesos.
Tal condición, aunque no desestima al hombre, tiene mayor incidencia en la población femenina debido a la etapa de la menopausia. Puesto que en dicha fase, los ovarios cesan la producción de estrógenos, unas hormonas que durante su actividad coadyuvan en la conservación de la salud esquelética en general.
Osteoporosis, Ácido alendrónico y la salud bucal
Una vez conociendo los beneficios del Ácido alendrónico para el sistema esquelético en general, cabe hacer algunas salvedades.
No obstante, con el Ácido alendrónico hay que andar con cuidado, pues aunque es importante su ingesta para asegurar una buena condición ósea, puede tener efectos adversos en la salud oral.
Debiendo por tanto, tomar el fármaco estrictamente como lo indica el médico. Al mismo tiempo, se debe notificar al odontólogo cualquier tipo de medicamento que se toman, por inofensivos que parezcan, puesto que hasta un efervescente puede no ser compatible con el Ácido alendrónico, por lo que puede influir en el tratamiento dental que conviene seguir.
Ello en razón, que algunos agentes inhibidores de la resorción (que fortalecen los huesos), como el particular del Ácido alendrónico, se relaciona con una inusual y grave afección denominada osteonecrosis mandibular o maxilofacial, que puede desencadenar daños irreversibles a la mandíbula.
La extraña patología osteonecrosis mandibular se trata literalmente de la muerte de este hueso, debido a una escasa irrigación sanguínea a esta zona. Además de la mandíbula, se puede presentar en la cadera, hombros, rodillas, codos, la muñeca y tobillo.
Ciertos fármacos inhibidores de la resorción, como el Ácido alendrónico, y en general contentivos de bifosfonatos, son incompatibles con muchos tratamientos bucodentales. Sean ingesta oral o inyectados.
Especialmente aquellos indicados en la prevención o tratamiento de la osteoporosis (baja densidad ósea), así como patología Paget, un trastorno destructivo y desarrollo óseo anormal, puede incluso deformar el hueso si no se toman las medidas preventivas necesarias ente dentista/paciente.
Efectos del Ácido alendrónico en la boca
Los huesos de personas tratados con bisfosfonatos, específicamente, con Ácido alendrónico y similares, tienen la particularidad de ser huesos viejos con osteonas, las llamadas lagunas acelulares, así como un metabolismo alterado.
Esto significa que al menor trauma tendrá lugar alguna ruptura del revestimiento mucoperióstico, por lo cual, el hueso queda expuesto y necrótico. A esta condición le sigue una potencial infección, con la consecuente osteonecrosis avascular.
Estos riesgos asociados pueden aumentar con los tratamientos dentales y/o con una pobre limpieza oral. Conllevando a una exposición del hueso a las bacterias buco/dental en caso de exodoncia, el cual se infecta, generando mal olor, tumefacción, exudado purulento y necrosis ósea progresiva, una condición altamente delicada y difícil de tratar.
En cuanto a la percepción clínica, las lesiones intraorales suelen evidenciarse en una sola o varios daños de material óseo necrótico al medio bucal. Asimismo, se pueden nombrar otras señales o síntomas asociados al ácido alendrónico:
- Dolor bucal.
- Movimiento dental.
- Tumefacción.
- Exudado purulento.
- Parestesia en la región del nervio dentario inferior.
En el 2003 se reportaron muchos casos de pacientes con afectación del hueso maxilar prescritos con bifosfonatos, Ácido alendrónico. Este hecho encendió las alarmas y a partir de entonces se han extremado las medidas preventivas en este tipo de pacientes.
Aunque bajó el índice de casos, continúan apareciendo pacientes con este tipo de cuadro clínico, donde se ven afectados los maxilares. Debiendo resaltar al respecto, que siempre se relacionan con los bifosfonatos los casos de osteonecrosis avascular, aunque con mayor incidencia, de bifosfonatos endovenosos.
Todavía se deben tomar acciones, puesto que muchos de los reportes de los casos de osteonecrosis avascular señalan que son consecuencia de bifosfonatos como el Ácido alendrónico. Llegando a afectar principalmente la mandíbula, por lo menos el doble de casos de maxilar, es decir, en una relación 2 a 1.
El resto de casos sin embargo fueron espontáneos, donde la mayoría ocurrió luego de administrar por vena una alta dosis de bifosfonatos en pacientes con cáncer. Donde el 60% ocurrió luego de una extracción dental o tratamiento quirúrgico dentoalveolar.
Protocolos de dentales en pacientes medicados con Ácido alendrónico
Es imprescindible que el odontólogo tenga conocimiento de todo el historial clínico del paciente, incluido su eventual relación con los bifosfonatos o Ácido alendrónico, ya que eso le permitirá saber y evaluar mejor la condición de sus tejidos bucales.
Esto permitirá al profesional, a su vez, entender mejor y ofrecer un tratamiento dental acorde a sus necesidades especiales, en caso de estar recibiendo alguna terapia con Ácido alendrónico, pues, con las medidas preventivas y protocolos adecuados podrá atender al paciente de mejor forma. El protocolo dental deberá:
- Informar al paciente sobre los riesgos relacionados al Ácido alendrónico.
- El tratamiento dental quirúrgico se debe finalizar previo a la prescripción de bifosfonatos
- Aquellas piezas o estructuras dentales con mal pronóstico, se deberán extraer, al menos 3 meses previos al inicio del tratamiento con esta medicación.
- De estar en terapia oncológica, deberá remitirse al paciente con 15 a 20 días previos al tratamiento con Ácido alendrónico u otro tipo de bifosfonato, para el seguimiento dental.
Medidas preventivas en pacientes bajo terapias con bifosfonatos
Los tratamientos dentales en personas que están recibiendo o van a recibir tratamientos con Ácido alendrónico u otro tipo de bifosfonatos requieren cuidados especiales en el consultorio dental:
- Mantener un estricto control odontológico durante 3 a 6 meses.
- De aplicar una limpieza dental rutinaria, deberá hacerse con mucho cuidado, evitando heridas en el tejido bucal.
- Las piezas dentales removibles deberán chequearse, ya que pueden causar traumas.
- De preferencia, optar por la endodoncia ante una extracción dental.
- Evitar los implantes dentales.
- Si el paciente requiere cirugía, deberá prescribirse antibióticos 72 horas antes, así como 10 días posteriores.
- Suspender los bifosfonatos orales, 90 días previos y 90 luego de la cirugía dental.
- Estimular la cicatrización de las lesiones o heridas orales, en la medida de lo posible, sin levantar colgajos.