¿A qué edad acudir al dentista por primera vez?
Muchos padres primerizos se preguntan ¿a qué edad acudir al dentista por primera vez?, en especial cuando observan los primeros dientes en sus bebés. Dado que esta visita es una decisión muy importante para la salud bucodental del futuro adulto, sigue leyendo, y conoce a fondo los detalles.
La mejor edad para llevar al niño(a) al dentista
Tiempo atrás, los pediatras recomendaban la primera visita del niño(a) al odontólogo una vez aparecieran todos los dientes temporales o de leche. Esta fase suele culminar cerca del año y medio a 2 años de edad.
Esta práctica hoy día está en desuso, siendo de aceptación general que la edad para ir al dentista por primera vez es al primer año del todavía bebé. Ahora, ¿qué motivó este cambio?, la razón es que los dentistas han observado que buena parte de los niños previo a los 3 años sufren algún tipo de traumatismo (golpes).
Este evento fortuito hace que los dientes del pequeño desarrollen caries infantil, cuyo principal factor para ello es el biberón, lactancia o problemas de oclusión por hábitos inadecuados.
Este escenario, muy generalizado en la población infantil, ha cambiado los patrones de asistencia dental en los niños. Por ello, los especialistas sugieren una primera revisión a los 12 meses de edad, a objeto de inculcar hábitos preventivos tempranos, lo que incluye recomendaciones alimenticias y de higiene oral.
Cabe resaltar, que muchos dentistas, sugieren incluso, llevar al bebé a su primera visita a la clínica dental apenas brote el primer diente, aunque admiten que en el primer cumpleaños está bien.
Los especialistas han descubierto, además, una relación entre el desarrollo facial y la dentición de los pequeños. Siendo determinante detectar problemas y atenderlos a tiempo. Es decir, que en este primer contacto se puede prevenir caries y potenciales complicaciones futuras que afecten la salud dental del niño(a).
Sin duda, estos cuidados serán de ayuda para estimular un óptimo desarrollo bucodental del pequeño, para que de adulto, muestre una linda y saludable sonrisa.
Preparación previa a la primera visita al dentista
Teniendo claro que la edad recomendable para la primera consulta al dentista es el primer año, es tiempo de comenzar a preparar al bebé para la consulta, para ello es ideal hacerlo tipo juego simulando lo que hará el médico.
Igualmente, hablarle de manera positiva o practicar en conjunto abriendo la boca, esto permitirá prepararlo(a) para el dentista, facilitando el chequeo y revisión de sus dientes. Otra técnica es leerle textos o ver videos relacionados con visitas al dentista, esto alejará el miedo y proveerá confianza y seguridad al pequeño(a).
Los padres también deben prepararse, porque seguramente son presa de temores, para ello hay que agilizar los trámites luego de la cita con el dentista. Conviene solicitar y rellenar los formularios con anterioridad, para estar más atentos a las necesidades del bebé en la consulta exploratoria.
Conviene, igualmente, acudir al dentista con una lista de dudas, por ejemplo si al pequeño le están brotando los dientes, si chupa dedo o chupete, etc., el médico es el más indicado para ofrecer respuestas y consejos.
Por último, tomarse tiempo para ordenar las ideas, previo a esta primera cita. Seguramente, haya ansiedad o preocupación por alguna parte de la visita, en cuyo no debe transmitirse al niño, porque pudiera afectar su confianza y alterar la revisión.
La primera visita al dentista
En la primera cita al dentista, este hace una revisión exploratoria a los pocos dientes de leche del pequeño, así como las encías en general. Igualmente, evalúa eventuales problemas de mordida, crecimiento de los dientes y si las mandíbulas tienen buen desarrollo.
Asimismo, el dentista apertura la ficha clínica indicando los antecedentes médicos, considerando la carga genética de los padres. Es oportuna esta primera visita para enseñar al niño de manera divertida y didáctica cómo cepillarse los dientes, al tiempo de ofrecer pautas a los padres para la higiene bucodental del bebé y los propios padres.
La visita al consultorio requiere la participación activa de los padres, ya que deberán sentarse en el sillón odontológico con el pequeño en el regazo. Ello en razón que al ser tan chico, generalmente se niega a sentarse solo en la butaca dental para que limpien sus dientes. Es normal que el niño(a) llore o se mueve durante la exploración oral.
En este primer contacto entre especialista/padres/niño, busca también aportar toda la información requerida para cuidar y potenciar la salud oral del chico. Porque en el primer año de vida suelen aparecer los incisivos y uno que otro molar temporal.
En este sentido, es fundamental que el odontólogo notifique a los padres acerca de los hábitos alimenticios a seguir por los pequeños. Esto incluye informar sobre la ingesta de azúcar, cómo suministrar el biberón, y el mejor momento para retirar el chupete, con el fin de evitar deformación dentaria.
Inclusive, muchas veces de manera inconsciente los padres son transmisores de bacterias, que pueden transformarse en caries. Uno de los hábitos más comunes para ello es cuando comprueban la temperatura de la comida del bebé probando de la cuchara.
Por este motivo, es muy importante que los padres tengan una higiene bucodental adecuada, ya que de tener caries facilitan la aparición de estas en el bebé, pues recordemos, que son producto de bacterias, por tanto, son transmisibles.
Primera visita dental: importancia de mantener y cuidar los dientes temporales
Todavía algunos padres creen que no es necesario cuidar mucho los dientes temporales o de leche de sus pequeños, por lo que restan importancia a la primera consulta dental. No obstante, una pieza cariada o fracturada es capaz de presentar dolores e infecciones, debiendo administrar medicinas para aliviar al niño.
Adicionalmente, estas lesiones precoces pueden dañar el germen dental que se presentará luego. Entonces, ¿por qué reparar un diente si se caerá?, pues bien, la caída de los dientes temporales tienen lugar a partir de los 6 años de edad, por tanto, una pérdida precoz puede representar muchos problemas.
Igualmente, la dentadura temporal es la guía para la erupción definitiva. Y de haber extracción precoz de una pieza temporal, y no se guarda su espacio, puede conllevar a serios problemas para la futura posición del diente permanente, por lo que a futuro podrá desarrollarse apiñamiento o mala posición dentaria.
Dentro de los problemas más habituales, cuando se omiten las consultas al dentista, destaca la dificultad en la masticación y deglución, lo que afecta la estética y fonética de ciertos sonidos (habla correcta).
Consejos para una primera visita al dentista positiva para el bebé
Lo importante es no percibir o transmitir al niño que la cita con el dentista es un castigo, sino inculcar responsabilidad y confianza, esto permitirá eliminar el miedo o temor en las visitas regulares.
Es importante explicar al pequeño que este profesional nunca le hará daño, que trabaja en su boca para su bien, para que su sonrisa sea más linda. Además, de tomas como referencia los siguientes datos:
- No acudir a la cita a la hora de la siesta, al contrario, elegir cuando el niño(a) esté descansado, alegre y cooperativo.
- Acudir a la cita con el bebé alimentado, pero ligero y con los dientes cepillados.
- Guardar los caprichos o piscolabis para luego de la visita dental, esto evitará que queden restos en los dientes durante la revisión.
- Hablarle al pequeño de la cita como una visita divertida y feliz.
¿A qué edad se debe acudir por primera vez al dentista?
Tiempo atrás, los pediatras recomendaban la primera visita del niño(a) al odontólogo una vez aparecieran todos los dientes temporales o de leche. Esta fase suele culminar cerca del año y medio a 2 años de edad.